Caperucita Violeta y el Misterio de los Paragüitas
Había una vez en el bosque encantado de la Patagonia, una niña llamada Caperucita Violeta. Un día, su abuelita, que vivía al otro lado del bosque, enfermó, y Caperucita Violeta decidió llevarle una cesta llena de delicias para alegrarla.
En su camino, se encontró con su amigo el pingüino Patricio, quien le dijo: "Caperucita Violeta, ten cuidado en el bosque hoy, he escuchado rumores sobre paragüitas mágicos que están causando problemas".
Sin asustarse, Caperucita Violeta agradeció a Patricio y continuó su camino. Por la senda se encontró con la cigüeña Estela, quien le dijo: "Cuidado, Caperucita, he visto paragüitas extraños por el bosque, parecen tener vida propia". Caperucita Violeta agradeció a Estela, pero no le dio importancia a sus advertencias.
Al llegar a la casa de su abuelita, la encontró en perfecto estado de salud.
Pero cuando salió de la casa, se encontró con un paragüero muy antiguo que le dijo: "Caperucita, ten cuidado con los paragüitas, son seres mágicos de la antigüedad que pueden traer problemas". Caperucita Violeta agradeció al paragüero, pero no le creyó. De regreso a casa, se desató una tormenta repentina, y Caperucita sacó su paragüitas para protegerse.
De repente, el paragüitas cobró vida y comenzó a arrastrarla lejos. En su desesperación, Caperucita recordó las advertencias de sus amigos y del paragüero. Con valentía, logró dominar al paragüitas, pidiéndole que la llevara de regreso a su hogar.
Al llegar, decidió escuchar las enseñanzas de sus amigos y del anciano paragüero, prometiendo respetar a los seres mágicos del bosque. Desde ese día, Caperucita Violeta cuidó con cariño a los paragüitas, convirtiéndose en la protectora del bosque.
Y vivieron todos felices y en armonía, recordando que la antigüedad contiene sabiduría que merece ser escuchada.
FIN.