Caperucita y el Ciclo del Agua



Había una vez una niña llamada Caperucita Azul, que vivía al borde de un hermoso bosque. Un día soleado, su mamá le pidió que llevara una canasta con agua fresca a su abuelita, que vivía al otro lado del bosque. La abuelita siempre le contaba historias mágicas sobre el agua y cómo es parte de la naturaleza.

Caperucita Azul se puso su capa azul (porque le encantaba el color del cielo) y salió de su casa. Mientras caminaba, vio muchas gotas de agua brillando sobre las hojas.

"¿De dónde viene toda esa agua?" - se preguntó Caperucita.

En ese momento, apareció el Sabio Sapo, que estaba descansando sobre una piedra.

"¡Hola, Caperucita!" - dijo el Sapo.

"¡Hola, Sapo! ¿Sabés de dónde viene toda esa agua?" - preguntó curiosa Caperucita.

"Claro que sí! Todo comienza cuando el sol calienta el agua de los ríos y lagos, y eso hace que se convierta en vapor. Ese vapor sube al cielo y forma las nubes", - explicó el Sapo entretenido.

"¿Nubes? ¡Qué interesante! Pero, ¿y qué pasa después?" - preguntó Caperucita, con los ojos bien abiertos.

"Cuando las nubes se llenan de agua, sueltan gotas que caen como lluvia. Esa lluvia es muy importante porque llena los ríos y da de beber a las plantas y animales" - dijo el Sapo.

Caperucita miró al cielo y vio cómo algunas nubes empezaban a formarse.

"Entonces, ¡el agua viaja!" - exclamó.

"Sí, y eso no es todo. Cuando la lluvia cae al suelo, parte del agua se infiltra y va hacia los ríos, pero otra parte se evapora otra vez cuando el sol brilla" - continuó el Sapo.

"Así el ciclo sigue y sigue, ¿verdad?" - dijo Caperucita emocionada.

"Exacto, Caperucita. Y además, mientras el agua se mueve, ayuda a que las plantas crezcan y a que los animales tengan agua para vivir" - explicó el Sapo.

Caperucita, ansiosa por conocer más, siguió su camino y decidió llevar un poco de agua de la canasta para que los viajeros se hidraten también. En su camino, se encontró con un curioso Pájaro Colorido.

"¡Hola, Pájaro! ¿Sabés sobre el ciclo del agua?" - preguntó Caperucita.

"¡Por supuesto! Yo voy volando sobre los ríos y bosques!" - cantó el Pájaro. "Cuando llueve, me encuentro buscando lombrices y semillas para comer. El agua es muy importante para mí también".

"¿Y qué pasa cuando el sol vuelve a salir?" - preguntó Caperucita.

"Cuando el sol brilla otra vez, el agua en el suelo se calienta y se convierte en vapor. Luego sube al cielo y ¡puede formar nuevas nubes!" - explicó el Pájaro volando en círculos.

Caperucita continuó su camino, maravillada por todo lo que había aprendido. De repente, la lluvia comenzó a caer suave en el bosque.

"¡Mirá, Caperucita!" - dijo el Sapo, que apareció de nuevo saltando. "Esto es parte del ciclo. La lluvia ahora alimentará la tierra".

Caperucita se dio cuenta de que el agua era esencial para todos. Siguió disfrutando de la lluvia y sintió que el bosque estaba lleno de vida. Finalmente, llegó a la casa de su abuelita.

"¡Hola, Caperucita! ¿Cómo te fue en el camino?" - preguntó la abuelita.

"¡Fue increíble, abuela! Aprendí todo sobre el ciclo del agua gracias al Sapo y al Pájaro Colorido. ¡El agua viaja y ayuda a todos!" - respondió Caperucita con entusiasmo.

La abuelita sonrió: "Es cierto, querida. Nunca olvides que el agua es un regalo de la naturaleza. Cada gota cuenta y es importante cuidarla".

Esa tarde, Caperucita y su abuelita hicieron una deliciosa limonada y, mientras la disfrutaban, Caperucita prometió proteger el agua y compartir todo lo que había aprendido.

Y así, Caperucita Azul se convirtió en una defensora del agua, compartiendo su historia con todos los que conocía en el bosque. Cada vez que veía gotas de lluvia, sonreía y recordaba el ciclo mágico que mantenía a su mundo vivo. Fin.

FIN.

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