Caperucita y el lobo 20



Había una vez en un bosque muy lejano, una niña llamada Caperucita Roja que vivía con su madre. Un día, la mamá de Caperucita le dijo: "Caperucita, tu abuelita está enferma y necesita que le lleves esta canasta con comida. No te distraigas y ve directo a su casa". Caperucita asintió y se puso en camino. Pero en este bosque, todos tenían celulares con conexión a Internet y cobertura, incluso Caperucita.

Mientras caminaba por el bosque, Caperucita se entretenía tomando fotos de los árboles, los animalitos y los paisajes, y subiéndolas a sus redes sociales. De repente, recibió un mensaje de texto del Lobo Feroz. Decía: "Hola, Caperucita. He visto tus fotos y sé que vas a visitar a tu abuelita. ¿Por qué no pasas por mi casa primero? Tengo un regalo para ella".

Caperucita dudó un momento, pero el Lobo le prometió que no le haría daño a su abuelita, así que decidió ir a verlo. Al llegar a la casa del Lobo, éste la invitó a pasar, pero Caperucita, desconfiada, le dijo: "Lobo, enséñame tu celular. Quiero revisar tus redes sociales para ver si eres confiable". El Lobo, sorprendido, le mostró su teléfono y Caperucita comprobó que tenía muchos amigos animales y que siempre compartía noticias positivas. Así que Caperucita confió en él y le contó sobre la enfermedad de su abuelita.

El Lobo se conmovió por la historia de Caperucita y le dio un consejo: "Caperucita, no confíes en extraños, incluso si parecen amigables en Internet. Siempre es mejor pedir ayuda a tus padres o a personas de tu confianza antes de hacer algo arriesgado". Caperucita entendió el mensaje y agradeció al Lobo por sus palabras. Luego, se despidió y continuó su camino hacia la casa de su abuelita.

Cuando llegó, Caperucita le entregó la canasta de comida y le contó lo que había pasado con el Lobo. La abuelita estaba orgullosa de su nieta por ser precavida y por cuidarse en el mundo digital. Desde ese día, Caperucita siempre fue cuidadosa al interactuar en línea y compartió con su abuelita los consejos del Lobo para que todos en el bosque estuvieran seguros en Internet.

FIN.

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