El leñador entró en la casa y vio al lobo sobre Caperucita Roja.
El leñador levantó su hacha y mató al lobo.
Luego, rescató a Caperucita Roja y la abuela de la barriga del lobo.
Caperucita Roja aprendió una valiosa lección ese día: nunca confiar en extraños y siempre escuchar a sus padres.