Caperucita y el Lobo en el Volcán



Un día, Caperucita decidió visitar al lobo, que vivía al borde de un volcán. "No saltes, por favor, cada vez que lo haces, ¡el volcán entra en erupción!" le advirtió Caperucita.

El lobo, con sus nuevas botas de metal, respondió: "Pero son tan pesadas que no puedo hacer nada divertido". Entonces, Caperucita tuvo una idea: "¡Hagamos una carrera de obstáculos con las botas!".

Mientras saltaban entre risas y esquivaban árboles, descubrieron que juntos podían jugar sin que el volcán se activara. "¡Esto es genial!" exclamó el lobo, mientras ambos aprendieron que la diversión podía venir de la creatividad y la cooperación. Desde ese día, el lobo dejó de saltar y ambos disfrutaron de muchas aventuras sin peligros.

FIN.

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