Capi y el Ritmo de la Basura
Capi era un niño de diez años que vivía en un barrio lleno de colores, risas y música. Desde que tenía memoria, su mayor sueño era tocar la batería. Cada vez que escuchaba a una banda en la plaza, se quedaba hipnotizado mirando las baquetas bailar sobre los parches. Sin embargo, su familia no podía comprarle una batería, así que se las tuvo que ingeniar de otra manera.
Un día, mientras paseaba por su casa, Capi vio unos tachos de basura tirados en el parque. Al analizar bien la situación, tuvo una idea brillante.
“-¡Esto es perfecto! Puedo hacer mi propia batería con estos tachos! -” exclamó Capi emocionado.
Así que, con un par de palos que encontró entre sus juguetes y unos parches improvisados que armó con camisetas viejas, se puso a tocar. El sonido que salía era un tamborileo divertido y muy original. Al principio, los otros chicos del barrio lo miraban con curiosidad.
“-¿Qué estás haciendo, Capi? -” le preguntó su amiga Lila, que llegó para verlo.
“-¡Escuchá! Estoy tocando la batería, ¡y es genial! -” respondió Capi mientras seguía tocando enérgicamente.
Pronto, otros niños se unieron a él, bailando y riendo. Al ver la alegría que provocaba, Capi decidió no solo tocar, sino también dar clases a sus amigos.
“-¡Vamos a formar una banda de tachos! Las clases son gratis, solo traigan sus mejores ganas de divertirse! -” les dijo, y todos aceptaron entusiasmados.
Con el paso de las semanas, la banda de Capi se hacía cada vez más popular. En vez de solo hacer ruido, empezaron a tocar ritmos y melodías. Los vecinos del barrio pronto se unieron a ellos. Un día, mientras ensayaban en el parque, un anciano que estaba sentado en una banca se acercó.
“-Disculpen, chicos, me encanta lo que hacen, pero tengo un pequeño consejo para ustedes.-” dijo el señor, con una sonrisa en el rostro.
“-¿Qué consejo? -” preguntó Capi, curioso.
“-He visto bandas tocar a lo largo de los años, y lo más importante es el ritmo. No se olviden de escuchar lo que hacen los demás.-”
Capi se quedó pensando en esas palabras y decidió que era hora de mejorar. Cada práctica fue un desafío, y juntos, aprendieron a tocar en armonía.
Un día, mientras estaban en medio de un ensayo, Lila dijo:
“-Chicos, ¿y si nos inscribimos a la feria del barrio? Es muy famosa, podríamos tocar y mostrar al mundo nuestra música.-”
Las sonrisas y gritos de alegría no se hicieron esperar.
“-¡Sí, sí, hagámoslo! -” gritó Capi, apenas logrando contener la emoción.
Las semanas pasaron volando y la banda de Capi se preparaba con ansias para la feria. Con sus estilizados tachos de basura convertidos en instrumentos, se sentían listos para el gran día.
Finalmente, llegó la feria. El escenario estaba adornado y el aire vibraba con la energía del momento.
“-¡Carajo, se siente increíble! -” dijo Capi mientras subía al escenario junto a sus amigos.
Cuando empezaron a tocar, el ritmo de los tachos resonó en todo el barrio. La gente comenzó a agruparse para verlos. Lo que comenzó como un simple juego había evolucionado a un espectáculo. Al finalizar su primera canción, el público aplaudía y gritaba.
“-¡Vamos Capi! ¡Esto es increíble! -” gritó Lila, emocionada.
Hacia el final de su presentación, Capi se dio cuenta de algo importante: No necesitaba una batería costosa para hacer música; lo que realmente importaba era la pasión y la creatividad que había en su corazón.
Unas semanas después de la feria, un profesor de música del barrio se acercó a Capi con una propuesta inesperada.
“-He visto tu talento. Me gustaría ofrecerte clases de batería y, si quieres, puedo ayudarte a conseguir una batería de verdad.-” le dijo el profesor con una gran sonrisa.
Capi no podía creerlo.
“-¡De verdad! ¡Sí, sí, sí! ¡Esto es un sueño! -” exclamó Capi, sintiendo cómo su corazón se llenaba de felicidad.
Esa noche, mientras se acostaba, recordó todo lo que había vivido: desde tocar tachos de basura hasta ser parte de una banda de barrio. Había descubierto que a veces, los sueños pueden hacerse realidad si se esfuerzan y se trabaja en equipo. ¡Capi estaba listo para seguir creando música y compartir su pasión con el mundo!
FIN.