Caramelito se ha perdido



Lucía y Agustina estaban muy emocionadas por su nueva casa. La casa era grande, con un hermoso jardín y una piscina. Además, Agustina había traído consigo a su mascota favorita, el hamster Caramelito.

Al llegar a la casa, las chicas se pusieron manos a la obra para arreglar sus habitaciones. Mientras tanto, Caramelito exploraba su nuevo hogar en su pequeña jaula. "Lucía, ¿crees que Caramelito se sentirá cómodo aquí?" Preguntó Agustina preocupada. "Claro que sí.

Mira qué lindo es su nuevo hogar", respondió Lucía señalando hacia la jaula de Caramelito. A medida que pasaban los días, las chicas disfrutaban de su nueva vida en la casa.

Pasaban horas jugando en el jardín o nadando en la piscina. Pero un día algo extraño sucedió: Caramelito desapareció de su jaula. Las chicas buscaron por todas partes pero no encontraron al pequeño hamster por ninguna parte.

Estaban tan tristes que incluso dejaron de disfrutar del hermoso jardín y la piscina. "No puedo creer que hayamos perdido a Caramelito", dijo Agustina llorando. "Lo encontraremos", aseguró Lucía tratando de animarla.

La búsqueda continuó durante varios días sin éxito alguno hasta que un día escucharon algunos ruidos provenientes del sótano de la casa. Con mucho cuidado bajaron las escaleras y allí encontraron a Caramelito correteando felizmente entre algunas cajas viejas. "¡Caramelito! ¡Estás vivo!" exclamó Agustina abrazando a su pequeña mascota.

"Pero, ¿cómo llegaste al sótano?" preguntó Lucía extrañada. Fue entonces cuando descubrieron que Caramelito había logrado escapar de su jaula y se había aventurado por la casa en busca de nuevas aventuras.

Pero al llegar al sótano no pudo salir y quedó atrapado allí durante varios días. Las chicas aprendieron una valiosa lección: nunca subestimes el espíritu aventurero de tu mascota y siempre asegúrate de mantenerla segura.

Desde ese día, cuidaron mucho más a Caramelito y disfrutaron aún más de su vida en la nueva casa con jardín, piscina y una mascota muy especial.

FIN.

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