Carla, la futura policía


Carla era una niña llena de energía y entusiasmo. Desde muy pequeña, soñaba con ser policía nacional para ayudar a los demás y luchar contra los delincuentes.

Todos los días, se vestía con su pequeño uniforme de policía, con una gorra que apenas le cubría la cabeza y una insignia brillante en el pecho. Su habitación estaba llena de juguetes de policía: esposas de juguete, una linterna, un silbato y hasta un pequeño coche de policía de juguete.

Aunque su mamá le decía que todavía era muy pequeña para ser policía, Carla no perdía las esperanzas. Un día, mientras jugaba en el parque, escuchó un sonido de alarma.

Corrió hacia el lugar de donde provenía el sonido y vio a un señor mayor que se había caído. Sin dudarlo, Carla se acercó y le preguntó si estaba bien. El señor le explicó que se sentía mareado y no podía levantarse.

Sin pensarlo dos veces, Carla sacó su pequeña linterna y la encendió. Iluminó el rostro del señor y le pidió que la siguiera con su luz. El señor, sorprendido por la valentía de Carla, la siguió hasta su casa, donde llamaron a una ambulancia.

Desde ese día, Carla tenía claro que no necesitaba ser policía para ayudar a los demás. A veces, con pequeños gestos, podía marcar la diferencia. Sin embargo, Carla nunca perdió su sueño de convertirse en policía.

Estudió duro, se esforzó al máximo y finalmente logró ingresar a la academia de policía. Ahora, Carla ayuda a su comunidad, protege a los más vulnerables y lucha contra los delincuentes, convirtiendo su sueño en realidad.

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