Carlos el niño que no quería comer verduras
Carlos era un niño muy travieso y juguetón, pero tenía un gran problema: detestaba las verduras.
Cada vez que su mamá le ofrecía un plato de brócoli, espinacas o zanahorias, él hacía muecas y decía: "¡No quiero comer verduras, son asquerosas!". Su mamá intentaba convencerlo de que las verduras eran muy importantes para crecer fuerte y sano, pero Carlos no quería escuchar nada al respecto. Un día, cansada de la situación, su mamá decidió buscar una solución creativa.
Comenzó a inventar historias fantásticas sobre un mundo mágico donde las verduras eran los superhéroes más poderosos y deliciosos.
"Carlos, ¿alguna vez imaginaste que las zanahorias son capaces de convertirse en espadas mágicas para derrotar al malvado Rey de las Golosinas?", le decía su mamá con entusiasmo. Carlos, sorprendido por la idea, empezó a interesarse en las historias que su mamá le contaba, y poco a poco comenzó a ver las verduras de otra manera.
A medida que su mamá continuaba con sus relatos llenos de imaginación, Carlos empezó a probar pequeñas porciones de verduras, descubriendo que no eran tan terribles como él pensaba. Finalmente, un día le pidió a su mamá un plato lleno de diferentes verduras para probarlas todas.
Después de esa experiencia, Carlos se convirtió en un defensor de las verduras y comenzó a disfrutar de una alimentación más variada y saludable. Su mamá estaba orgullosa de él y juntos seguían inventando historias sobre las aventuras de las verduras.
Desde entonces, Carlos se convirtió en un niño fuerte y saludable, y aprendió que a veces, solo hace falta un poco de imaginación para cambiar nuestra perspectiva.
FIN.