Carlota, la araña valiente

Había una vez en un hermoso jardín, una araña muy especial llamada Carlota.

Lo que la hacía tan única no eran sus ocho patitas ni su habilidad para tejer las telarañas más perfectas, sino que Carlota tenía unas botas brillantes y coloridas en cada una de sus patitas. A ella le encantaban esas botas y siempre las lucía con mucho orgullo.

Un día, mientras jugaba con sus amigos insectos, a Carlota se le atascó una de sus patitas porque el tacón de su bota se había roto. Sus amigos, en lugar de ayudarla, se pusieron a reír y burlarse de ella.

"¡Miren a la arañita tonta con su patita atascada! ¡Ja ja ja!" -se mofaban los insectos. Carlota se sintió muy triste por las risas de sus amigos pero decidió no rendirse. Con esfuerzo logró soltarse y decidió demostrarles lo valiente y talentosa que era.

Durante los siguientes días, Carlota atrapó tantas moscas como pudo usando su ingenio y rapidez. Sus amigos no podían creer lo hábil que era la araña con botas brillantes. Se quedaron impresionados al ver todas las presas que había capturado.

"¡Wow Carlota! ¡Eres increíble! Perdón por habernos burlado antes", dijeron los insectos sorprendidos. Carlota sonrió amablemente y les dijo: "No hay problema amigos. Todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos". Los insectos quedaron admirados por la actitud positiva de Carlota ante las burlas pasadas.

Quisieron compartir las moscas capturadas por ella, pero no sabían cómo hacerlo equitativamente. Entonces, Carlota les enseñó un juego divertido donde todos podían participar para repartir justamente las moscas entre todos.

Los insectos aprendieron sobre la importancia de ser solidarios y trabajar juntos para resolver problemas. Desde ese día, Carlota ya no solo era conocida por sus botas brillantes, sino también por su generosidad y sabiduría para enseñar a otros sobre el valor del compañerismo y la empatía.

Y así, en aquel hermoso jardín, la araña con botas brillantes demostró que incluso cuando enfrentamos dificultades o críticas injustas, siempre podemos encontrar una manera de salir adelante y seguir siendo amables con quienes nos rodean.