Carlota y el bosque de la valentía
Había una vez en un hermoso bosque, una zanahoria llamada Carlota que vivía en una acogedora casa hecha de hojas y ramas. Carlota era muy curiosa y siempre estaba explorando los rincones del bosque en busca de aventuras.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Carlota escuchó un ruido extraño que venía de lo profundo del bosque. Se detuvo y miró a su alrededor con curiosidad.
El sol comenzaba a ponerse y las sombras se alargaban entre los árboles, creando figuras misteriosas. -¡Qué raro! ¿Qué será ese ruido? -se preguntó Carlota, sintiendo un escalofrío recorrer su tallo. Intrigada, decidió adentrarse en el bosque para descubrir de dónde provenía aquel sonido.
Mientras caminaba entre los árboles, el viento susurraba melodías misteriosas y las ramas crujían bajo sus raíces. De repente, un búho salió volando desde lo alto de un árbol y dejó escapar un fuerte graznido que hizo temblar a Carlota.
-¡Ay! ¡Qué susto me diste! -exclamó la zanahoria sobresaltada. El búho se posó frente a ella y le dijo con voz sabia:-Perdona si te asusté, pequeña zanahoria. El ruido que escuchaste es solo el murmullo del arroyo que fluye cerca de aquí.
No hay nada qué temer. Carlota respiró aliviada al escuchar las palabras reconfortantes del búho. Se dio cuenta de que había dejado que su miedo tomara el control de ella y decidió enfrentarlo valientemente. -Muchas gracias por tu ayuda, señor Búho.
A partir de ahora no dejaré que el miedo me detenga en mis aventuras -dijo Carlota con determinación. Con su nuevo valor, Carlota continuó explorando el bosque sin temor a lo desconocido.
Descubrió lugares maravillosos e hizo nuevos amigos como conejos juguetones, ardillas traviesas y mariposas coloridas. Desde ese día, cada vez que sentía miedo recordaba las palabras del sabio búho y seguía adelante con valentía.
Y así, la pequeña zanahoria aprendió que enfrentar nuestros temores nos hace más fuertes y nos permite disfrutar plenamente de todas las aventuras que la vida tiene para ofrecernos.
FIN.