Carmela y el patito valiente



Había una vez una granja en la que vivían muchos animales felices. Allí, cada día era una aventura y todos los animales se llevaban muy bien.

En esa granja, había una gallina llamada Carmela que estaba a punto de convertirse en mamá. Carmela estaba muy emocionada por el nacimiento de sus pollitos, pero también un poco nerviosa. No sabía cómo serían sus hijos ni qué sorpresas le depararía la vida.

Pero eso no importaba, porque ella sabía que iba a amarlos con todo su corazón. Un día soleado, Carmela empezó a sentir unas fuertes contracciones. Sabía que era el momento y decidió buscar un lugar tranquilo para traer al mundo a sus pollitos.

Se metió debajo de un viejo roble en el patio trasero de la granja y comenzó a poner huevos. Pero algo extraño sucedió: cuando uno de los huevos se rompió, ¡no salió un pollito! En cambio, apareció un pequeño patito amarillo.

Carmela quedó desconcertada pero decidió aceptarlo como parte de su familia sin importar lo diferente que fuera.

El patito creció junto a los otros animales de la granja y aunque no pudiera volar como las gallinas o nadar como los patos, siempre encontraba una manera única de divertirse y hacer amigos. Un día, mientras jugaba cerca del estanque con sus nuevos amigos conejitos, escucharon unos ruidos extraños provenientes del bosque cercano.

Todos corrieron hacia allí para investigar qué estaba pasando. Cuando llegaron al bosque vieron algo inesperado: ¡un zorro estaba tratando de robar los huevos de las gallinas! Los animales se asustaron y no sabían qué hacer, pero el patito amarillo tuvo una idea brillante.

"¡Esperen! Yo puedo distraer al zorro mientras ustedes buscan ayuda", dijo el patito. Todos los animales estaban sorprendidos por la valentía del pequeño patito, pero confiaron en él y comenzaron a correr hacia la granja para pedir ayuda.

Mientras tanto, el patito amarillo saltó sobre las ramas de los árboles y graznó fuertemente para llamar la atención del zorro. El zorro se desconcertó ante esta inusual estrategia y decidió perseguir al patito.

Pero el astuto patito lo llevó a dar vueltas por el bosque, escondiéndose detrás de arbustos y troncos hasta que finalmente llegaron a un claro donde todos los demás animales esperaban con la granjera.

La granjera ahuyentó al zorro con un palo y salvó a todos los huevos de las gallinas. Todos celebraron felices, especialmente Carmela, quien estaba orgullosa de su pequeño polluelo convertido en héroe. Desde ese día, el patito amarillo fue conocido como "el pollito valiente" en toda la granja.

Aunque era diferente, demostró que todos tienen algo especial que ofrecer al mundo si nos atrevemos a ser nosotros mismos. Y así vivieron felices en la granja, donde cada animal aprendió a valorarse mutuamente sin importar sus diferencias.

El nacimiento del pollito valiente enseñó a todos que la verdadera valentía no solo se encuentra en la apariencia, sino también en el corazón.

FIN.

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