Carmela y la ciudad submarina
Carmela era una niña muy curiosa y aventurera. Un día, mientras jugaba en la playa, vio a un delfín saltando en el mar. Se acercó para saludarlo y el delfín le respondió con sonidos alegres.
"¡Hola! ¿Cómo te llamas?"- preguntó Carmela al delfín. "Mi nombre es Delfi. ¿Quieres venir conmigo a explorar el fondo del mar?"- dijo Delfi. Carmela asintió emocionada y subió sobre la espalda de Delfi.
Mientras se sumergían en el agua, Carmela sintió que estaba flotando pero también que podía respirar bajo el agua como si estuviera en tierra firme. Delfi llevó a Carmela hasta una ciudad submarina donde habitaban criaturas mágicas como sirenas, peces de colores brillantes y pulpos gigantes.
Allí conocieron a Luna, una hermosa sirena que les enseñó cómo respirar debajo del agua. "¡Es increíble! ¡Puedo respirar debajo del agua!"- exclamó Carmela emocionada.
Luna les mostró los secretos de la ciudad submarina y les contó historias fascinantes sobre las criaturas que allí vivían. Pero su aventura no terminaría ahí...
Un día, mientras exploraban un barco hundido cerca de la costa, se encontraron con un peligro inesperado: una tormenta se aproximaba y amenazaba con hundirlos junto al barco. "¡Tenemos que irnos rápido!"- gritó Delfi preocupado. Carmela intentaba nadar lo más rápido que podía, pero el viento y la lluvia eran demasiado fuertes.
De repente, un rayo cayó cerca de ellos y Carmela se asustó tanto que empezó a hundirse. "¡Ayuda! ¡No puedo respirar!"- gritó Carmela. Luna apareció en ese momento y le enseñó una técnica especial para respirar debajo del agua que le permitió sobrevivir.
Con su ayuda pudieron llegar a la costa sanos y salvos. Carmela aprendió mucho durante su aventura submarina: la importancia de cuidar el medio ambiente marino, cómo hacer amigos diferentes a ella y sobre todo, cómo enfrentarse a situaciones difíciles con coraje y determinación.
Desde entonces, Delfi se convirtió en su mejor amigo del mar y siempre estaban listos para nuevas aventuras juntos.
FIN.