Carmita y sus hermanas malvadas
Érase una vez en un pequeño pueblo, vivían tres hermanas: Carmita, Clara y Catalina.
Carmita era la más dulce y bondadosa de las tres, pero sus hermanas, Clara y Catalina, eran malvadas y siempre aprovechaban de ella con su madrastra, Doña Gertrudis. Doña Gertrudis consentía a Clara y Catalina, pero trataba a Carmita con dureza, obligándola a hacer todo el trabajo mientras sus hermanas holgazaneaban.
Carmita siempre se esforzaba por ser amable y hacer lo que le pedían, pero estaba triste por el trato injusto que recibía.
Un día, en el bosque cercano, Carmita conoció a una hada bondadosa que le regaló una varita mágica. La hada le dijo a Carmita que con la varita podía concederse un deseo.
_Rodrigo,
el simpático leñador del pueblo, le aconsejó a Carmita que usara bien su deseo y le sugirió que pidiera algo que le trajera felicidad para siempre. Carmita decidió que usaría su deseo para cambiar su vida y la de sus hermanas.
Al llegar a su casa, Carmita tomó su varita y pidió que Clara y Catalina cambiaran su actitud y se volvieran bondadosas y trabajadoras, y que su madrastra Doña Gertrudis dejara de ser tan severa con ella.
Al instante, su deseo se cumplió, Clara, Catalina y Doña Gertrudis cambiaron y todos comenzaron a vivir en armonía. Carmita aprendió que con bondad y valentía, cualquier deseo puede hacerse realidad.
FIN.