Carrera de Amistad


Había una vez un grupo de amigos muy unidos, llamados Tomás, Sofía, Juan y Martina. Ellos vivían en un barrio tranquilo donde podían jugar al aire libre sin preocuparse por el tráfico o los peligros de la ciudad.

Un día, mientras jugaban a la pelota en el parque del barrio, se dieron cuenta de que uno de sus amigos estaba faltando. Se trataba de Carlos, quien solía ser parte del grupo pero últimamente se había alejado.

"¿Alguien sabe algo sobre Carlos?" preguntó Juan. "No lo he visto hace unos días" respondió Sofía. "Yo tampoco" dijo Tomás.

Martina se quedó callada porque sabía que Carlos estaba pasando por momentos difíciles en su familia y no quería hablar al respecto. Los cuatro amigos decidieron ir a buscarlo para ver si estaba bien. Pasaron por su casa y tocaron la puerta pero nadie les abrió.

Luego fueron a la plaza donde solían pasar tiempo juntos pero no lo encontraron allí tampoco. "No sé qué hacer chicos" dijo Martina con lágrimas en los ojos. "Sé que Carlos está pasando por momentos difíciles pero no sé cómo ayudarlo".

Fue entonces cuando Tomás tuvo una idea brillante: organizar una carrera solidaria para recaudar fondos para ayudar a Carlos y su familia.

Los demás amigos aceptaron entusiasmados y comenzaron a planificar todo lo necesario para llevar adelante la carrera: carteles publicitarios, inscripciones, premios para los ganadores y hasta una merienda al finalizar el evento. La noticia corrió rápidamente por el barrio y muchos vecinos se sumaron a la iniciativa.

La carrera fue un éxito rotundo y lograron recaudar una gran cantidad de dinero para ayudar a Carlos y su familia. "Chicos, no sé cómo agradecerles" dijo Carlos con lágrimas en los ojos al recibir el dinero. "Gracias por ser tan buenos amigos y por preocuparse por mí".

Desde ese día, la amistad entre estos pequeños gigantes se fortaleció aún más. Aprendieron que juntos pueden hacer grandes cosas y que siempre hay alguien dispuesto a ayudar cuando se necesita. "Esto fue genial" dijo Juan mientras comían cupcakes en la merienda.

"¿Qué vamos a hacer ahora?""¡Organicemos otra carrera solidaria!" propuso Sofía con una sonrisa. Y así fue como estos cuatro amigos aprendieron que no importa cuán pequeños sean, siempre pueden lograr grandes cosas cuando trabajan juntos para alcanzar un objetivo común.

Dirección del Cuentito copiada!