Cartas de Amistad
Había una vez una niña llamada Melody que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Estaba a punto de cumplir 9 años, pero estaba muy triste porque sabía que no podría festejar su cumpleaños como lo había soñado.
Melody era una niña muy especial y tenía muchos amigos que vivían lejos en diferentes partes del mundo.
Le encantaría poder invitarlos a su fiesta, pero la realidad era que su familia no tenía mucho dinero y no podían permitirse hacer una gran celebración. Un día, mientras Melody se lamentaba por su situación, recibió una carta muy especial. Era de su abuela, quien vivía en otra ciudad.
La carta decía: "Querida Melody, sé que estás triste porque no puedes celebrar tu cumpleaños como quisieras, pero tengo una idea maravillosa para ti". Llena de curiosidad y emoción, Melody abrió la carta rápidamente y leyó las palabras escritas con amor por su abuela.
En la carta encontró nombres y direcciones de todos sus amigos lejanos junto con un mensaje: "Escribe a tus amigos invitándolos a tu cumpleaños y cuéntales sobre tus sueños para este día especial". Melody sonrió emocionada ante esta sorpresa inesperada.
Sabía que escribir cartas sería difícil para ella ya que aún estaba aprendiendo a leer y escribir correctamente. Pero eso no iba a detenerla.
Con la ayuda de su mamá, comenzaron a escribir las cartas para cada uno de los amigos mencionados en la lista de su abuela. Les contaron sobre el deseo de Melody de tenerlos cerca en su cumpleaños y cómo ella soñaba con una fiesta llena de risas, juegos y alegría.
Después de enviar las cartas, Melody esperó ansiosamente a que llegara el día de su cumpleaños. Mientras tanto, comenzó a recibir respuestas de sus amigos lejanos. La emoción llenó su corazón cuando leyó palabras llenas de amor y promesas para estar allí en espíritu.
El día finalmente llegó y Melody se despertó temprano con una sonrisa radiante en su rostro. A medida que avanzaba el día, recibió paquetes sorpresa por correo.
Al abrirlos, encontró regalos especiales enviados por cada uno de sus amigos lejanos. La mamá de Melody ayudó a organizar la sala de estar como si fuera un gran salón de fiestas. Colocaron globos coloridos, prepararon deliciosos bocadillos y pusieron música animada.
Cuando llegaron los invitados locales que Melody había podido invitar personalmente, todos estaban emocionados por la sorpresa que les esperaba. Pero lo más emocionante fue cuando empezaron a llegar las videollamadas desde diferentes partes del mundo con los amigos lejanos.
Melody saltaba de alegría mientras veía las caras sonrientes en la pantalla. Todos cantaron "Feliz Cumpleaños" juntos y compartieron historias divertidas sobre sus aventuras separadas.
A través del poder de la tecnología y el amor entre amigos, Melody pudo celebrar su cumpleaños rodeada de personas queridas aunque estuvieran lejos físicamente. Fue un día mágico lleno de risas, abrazos virtuales y un sentimiento de unidad.
Melody aprendió una valiosa lección ese día: no importa cuán lejos estén tus amigos, siempre hay formas creativas de estar juntos y celebrar los momentos especiales. Aprendió a valorar la amistad y el amor que trasciende las distancias geográficas.
Desde aquel cumpleaños, Melody se dio cuenta de que la verdadera riqueza no se encuentra en las cosas materiales, sino en el amor y la conexión con las personas que más apreciamos. Y así vivió felizmente rodeada del cariño de su familia y amigos, sabiendo que nunca estaba sola en su corazón.
FIN.