Castillo de Amistad



En un día soleado y caluroso, Juan y Lucía se conocieron en la playa. Juan estaba construyendo un castillo de arena mientras Lucía recogía almejas cerca del mar. - ¡Hola! -saludó Juan con entusiasmo a Lucía.

- ¡Hola! ¿Cómo te llamas? -preguntó curiosa Lucía. - Soy Juan, ¿y tú? - Soy Lucía. ¿Quieres ayudarme a buscar almejas bonitas? Juan asintió emocionado y juntos empezaron a buscar las almejas más brillantes y coloridas que pudieran encontrar.

Mientras caminaban por la orilla, encontraron una almeja especial con destellos dorados. - ¡Mira esta almeja tan linda que encontramos! -exclamó Lucía emocionada. - ¡Es increíble! Nunca vi una así antes.

Podríamos ponerla en nuestro castillo de arena como adorno -sugirió Juan. Decidieron llevar la almeja al castillo de arena de Juan y trabajar juntos para decorarlo. Mientras lo hacían, comenzaron a hablar sobre sus gustos, sueños y aventuras favoritas.

Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y rápidamente se convirtieron en amigos inseparables. Pasaron el resto del día jugando en la playa, construyendo castillos de arena, nadando en el mar y riendo sin parar.

Cuando el sol comenzó a ponerse en el horizonte, supieron que ser amigos era algo especial y único. Días después, siguieron viéndose en la playa para jugar juntos e inventar nuevas historias llenas de diversión y creatividad.

Su amistad creció cada vez más fuerte gracias a la confianza, el compañerismo y la alegría que compartían. Un verano después, cuando llegó el momento de despedirse porque cada uno regresaba a su hogar al finalizar las vacaciones, prometieron mantener viva su amistad manteniéndose en contacto por cartas y videollamadas.

A pesar de estar lejos físicamente, Juan y Lucía siempre recordaban aquel día mágico en la playa donde se conocieron y cómo su amistad había nacido entre risas, juegos e inolvidables aventuras bajo el sol radiante del verano.

Y así demostraron que los verdaderos amigos pueden estar separados por kilómetros pero siempre permanecerán unidos por los momentos compartidos llenos de amor y complicidad.

FIN.

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