Cena de diversidad
Fran y Nai eran una pareja muy feliz. Les encantaba pasar tiempo juntos y hacer cosas divertidas como ir al cine o caminar por el parque.
Pero había un problema: a Nai no le gustaban los ravioles ni el chocolate blanco, que eran las comidas favoritas de Fran. Un día, cuando estaban cenando juntos, Fran dijo: "Nai, ¿por qué no te gustan los ravioles? Son tan deliciosos". Nai respondió: "No sé, simplemente no me gustan.
Y el chocolate blanco es demasiado dulce para mí". Fran se sintió triste porque quería compartir sus comidas favoritas con su novia. Pero entonces tuvo una idea brillante.
"¡Ya lo tengo! Vamos a cocinar algo juntos que nos guste a ambos", dijo emocionado. "¿Qué sugieres?", preguntó Nai con curiosidad. "Podríamos hacer unas hamburguesas caseras con papas fritas", respondió Fran entusiasmado. A Nai le pareció una buena idea y juntos fueron a comprar los ingredientes en el supermercado.
Mientras preparaban la cena en la cocina, hablaban y reían sin parar. Fue un momento muy especial para ellos dos. Cuando finalmente probaron las hamburguesas caseras con papas fritas, ambos quedaron impresionados por lo delicioso que estaba su invento culinario.
Era una combinación perfecta de sabores salados y crujientes que les encantó. "¡Esto es increíble!", exclamó Fran emocionado mientras daba un mordisco a su hamburguesa. "Sí, tienes razón", respondió Nai con una sonrisa.
"Es mucho mejor que los ravioles y el chocolate blanco". Fran se sintió muy feliz al ver a su novia disfrutar de la cena que habían preparado juntos.
Se dio cuenta de que no importaba si sus gustos eran diferentes, lo importante era encontrar algo en común que pudieran disfrutar juntos. A partir de ese día, Fran y Nai comenzaron a experimentar más en la cocina y descubrieron nuevos sabores y recetas deliciosas.
Aprendieron que la diversidad es algo hermoso y que siempre hay algo nuevo por descubrir. Y así, Fran y Nai vivieron felices para siempre, compartiendo momentos maravillosos mientras exploraban el mundo juntos.
FIN.