Cenicienta y el valiente caballo



Había una vez en un reino lejano una joven llamada Cenicienta, quien vivía con su madrastra y sus hermanastras. Cenicienta era obligada a hacer todas las tareas del hogar, mientras sus hermanastras se divertían.

Un día, mientras Cenicienta recogía leña en el bosque, se encontró con un caballo majestuoso. El caballo relinchó suavemente y se acercó a ella. - ¿Qué te ocurre, noble corcel? - preguntó Cenicienta.

El caballo la miró con ojos amables y Cenicienta sintió una extraña conexión con él. De repente, escucharon gritos de auxilio y vieron a un joven apuesto siendo atacado por unos bandidos. Sin pensarlo dos veces, Cenicienta montó al caballo y cabalgaron hacia donde estaba el joven.

Con valentía, lograron ahuyentar a los bandidos y salvar al joven. Él les agradeció y les dijo que era el príncipe del reino. A partir de ese día, el príncipe visitaba con frecuencia a Cenicienta, quien encontraba paz y alegría en los paseos con el caballo.

Con el tiempo, el príncipe se enamoró de la nobleza y valentía de Cenicienta, y decidió casarse con ella, ignorando las objeciones de su familia.

El día de la boda, el caballo que había sido testigo de todo se convirtió en el símbolo de fidelidad y lealtad en el reino. Cenicienta vivió feliz para siempre, recordando siempre al valiente caballo que cambió su destino para siempre.

FIN.

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