Chaitanya y el laúd resplandeciente
su laúd. Las notas musicales fluían como un río tranquilo, cautivando a todos los habitantes de Pyaar ka desh. La gente se reunía alrededor de Chaitanya para escucharlo y disfrutar de su música.
Un día, mientras Chaitanya cantaba en la plaza, un grupo de zorros traviesos pasó por allí. Les encantaba molestar a los demás animales del pueblo y no perdieron la oportunidad de burlarse de Chaitanya.
"¡Miren a este oso! ¿Creen que puede cantar mejor que nosotros?", se rió uno de los zorros. Chaitanya ignoró las burlas y siguió tocando su laúd con serenidad. Pero los zorros, buscando llamar aún más la atención, comenzaron a bailar alrededor de él y a hacer ruidos molestos.
"¡Dejen de molestar!", les pidió Chaitanya con calma. Pero los zorros no paraban y cada vez eran más insistentes en interrumpir su actuación. Finalmente, uno de ellos saltó sobre el laúd de Chaitanya, rompiéndolo en pedazos.
El joven oso quedó devastado. Su instrumento favorito estaba destrozado y ya no podría tocar música con él. Los zorros se alejaron riendo, creyendo que habían ganado. Chaitanya recogió los pedazos del laúd y se retiró entristecido.
Sin embargo, una vieja tortuga llamada Kadambari había presenciado toda la escena desde lejos. Se acercó lentamente a Chaitanya y le dijo:"No permitas que las acciones malintencionadas de otros te detengan. Tu talento es único y valioso.
"Las palabras de Kadambari resonaron en el corazón de Chaitanya. Decidió seguir adelante a pesar del daño causado por los zorros. Con paciencia y determinación, buscó materiales nuevos para construir un nuevo laúd.
Dedicó días enteros a tallar madera con cuidado, afinar cuerdas con precisión y dar forma al instrumento perfecto. Finalmente, después de mucho esfuerzo, Chaitanya tenía un nuevo laúd listo para ser tocado.
La noticia se corrió rápidamente por Pyaar ka desh: Chaitanya volvería a tocar en la plaza del pueblo esa tarde. Los habitantes acudieron en masa para escucharlo una vez más. Cuando Chaitanya comenzó su actuación con el nuevo laúd, el silencio llenó el aire.
Su música era más hermosa que nunca antes; parecía haber encontrado una nueva fuerza interior después de superar el desafío impuesto por los zorros. Al finalizar su interpretación, el pueblo estalló en aplausos y vítores para Chaitanya. Los zorros miraban asombrados desde lejos, arrepentidos por sus acciones pasadas.
Desde ese día en adelante, Chaitanya siguió deleitando a todos con su música en Pyaar ka desh.
Aprendió que incluso frente a adversidades o personas negativas, siempre hay una manera positiva de seguir adelante si uno persevera con valentía y confianza en sí mismo.
FIN.