Chanchito aprende a ser amable




En el pintoresco pueblo de Villa Cerquita, vivía un niño travieso llamado Chanchito. A Chanchito le encantaba hacer bromas pesadas y asustar a los demás niños. Siempre andaba buscando nuevas formas de fastidiar a sus compañeros.

Un día, cansados de sus travesuras, los niños del pueblo decidieron darle una lección a Chanchito. -¿Por qué siempre tienes que ser tan malo, Chanchito? -le preguntó Sofía, la niña más amable del pueblo.

Pero Chanchito solo se rió y preparó otra de sus bromas. Sin embargo, las cosas cambiarían esa misma tarde. Mientras jugaba en el parque, Chanchito vio a un perrito perdido. El perrito parecía asustado y triste, y Chanchito sintió algo diferente por primera vez.

Decidió ayudar al perrito a encontrar a su dueño. Juntos recorrieron el pueblo buscando al dueño del perrito, y finalmente lo encontraron. El perrito y su dueño se reencontraron, y Chanchito sintió una alegría inmensa al ver la felicidad del pequeño amigo.

A partir de ese día, Chanchito decidió cambiar su actitud. Comenzó a disculparse con los niños a quienes había asustado, y les demostró que podía ser un gran amigo.

Poco a poco, su reputación fue cambiando y se convirtió en uno de los niños más queridos del pueblo. Chanchito aprendió que ser amable y ayudar a los demás era mucho más divertido que hacer bromas pesadas. Y desde entonces, su sonrisa nunca desapareció de su rostro.

FIN.

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