Chanticleer y la Sabiduría del Sueño
Había una vez un hermoso gallo llamado Chanticleer, conocido en todo el gallinero por su fabulosa voz y su inigualable canto. Vivía en un hermoso campo con sus siete esposas, pero entre todas ellas, una era su favorita: Pertelote, una gallina de plumas doradas que siempre lo alentaba a brillar.
Una mañana, Chanticleer se despertó muy asustado, pues había tenido un mal sueño. "¡Pertelote, tuve un sueño horrible!"- le dijo mientras se sacudía las plumas. "Soñé con una bestia que venía a nuestra casa para atraparme."-
Pertelote lo miró con ternura. "Oh, querido, los sueños son solo eso, sueños. No debes preocuparte por ellos. Además, ¡tú eres el gallo más valiente y hermoso de todos!"-
A pesar de las palabras de su amada, Chanticleer no podía deshacerse del temor que sentía y decidió que tendría que estar preparado.
Días después, mientras Chanticleer estaba cantando en la cima de un poste, ¡apareció un astuto zorro que lo miraba con ojos hambrientos! El zorro, conocido como Félix, tenía un plan. "¡Hola, querido Chanticleer! He escuchado que tu canto es el mejor de todos. ¿Por qué no me deleitas con una canción?"-
Chanticleer, aunque advertido, se dejó llevar por la halagadora voz de Félix. "¡Claro que sí!"- respondió mientras se acomodaba para cantar. En ese instante, una voz en su interior le gritó que no podía confiar en el zorro. Recordó el sueño y el peligro que había sentido. Entonces, decidió usar su ingenio. "Solo puedo cantar si me dejas sentarme en el suelo, más cerca de ti"- sugirió Chanticleer.
El zorro, emocionado, aceptó. Sin embargo, Chanticleer sabía que debía actuar rápido. "Voy a mostrarte algo especial mientras canto. Solo tienes que quedarte quieto, por favor."-
Félix, confiado, se acomodó. En ese momento, Chanticleer empezó a cantar, pero no solo eso. Empezó a contarle una historia del gallinero, hablando de su valentía y de las cosas maravillosas que había aprendido de Pertelote. Mientras el zorro se distraía, Chanticleer se despegó del suelo y voló hacia una rama alta. "¡Mira, el cielo es tan hermoso desde aquí!"- gritó.
Félix, aturdido, miró hacia arriba y se dio cuenta de que había sido engañado. "¡Espera! ¡Pero yo solo quería escucharte cantar!"-
"Y yo solo quería mantenerme a salvo"- respondió Chanticleer, que luego vio a Pertelote preocupada. "No, no puedes atraparme, zorro. La verdadera música viene del corazón, no de la trampa de un astuto como tú."-
El zorro, rechazo su orgullo y, a pesar del fracaso, se alejó con una lección aprendida sobre la importancia de la sinceridad y no dejarse llevar por las apariencias.
Pertelote voló a su lado, y Chanticleer la abrazó con gratitud. "La sabiduría se encuentra en el miedo, porque me enseñó a protegerme, pero nunca debo olvidar que también debo ser valiente y confiar en mi instinto."-
Y así, Chandicleer siguió cantando, ahora más confiado y siempre atento, mientras que el gallinero vivido contento, lleno de la música y la alegría que Chanticleer siempre traía a sus vidas.
Desde ese día, Chanticleer nunca volvió a temer a sus sueños, sino que aprendió a enfrentarlos y a hacer frente a los peligros con la sabiduría de su corazón y el apoyo de sus seres queridos.
FIN.