Chasky, el perrito del bosque
Agustín vivía en una casa rodeada de un hermoso bosque, donde le gustaba ir a recolectar leña para el asado de los domingos. Un día, mientras recorría el bosque en busca de ramitas, escuchó un llanto lastimero. Siguiendo el sonido, descubrió a Chasky, un perrito perdido que parecía asustado y hambriento. Sin dudarlo, Agustín se acercó con cuidado y le ofreció un trozo de su sándwich. - 'Tranquilo, perrito. No tengas miedo', le dijo Agustín con cariño. Chasky, sintiendo la bondad de Agustín, se acercó y comenzó a jugar con él.
Agustín se encariñó rápidamente con Chasky y decidió llevarlo a su casa para pedirle a su familia que lo adoptaran. Al principio, sus padres se mostraron escépticos. - '¿Cómo sabemos que ese perrito no tiene dueño? Además, ¿cómo vamos a cuidarlo si ya tenemos tanto que hacer?', preguntó su mamá. Pero Agustín, con determinación, les explicó la situación de Chasky y cómo se habían conectado desde el primer momento. Con lágrimas en los ojos, les prometió que sería responsable de cuidar a Chasky.
Después de una larga conversación, sus padres accedieron a darle una oportunidad a Chasky. La familia le dio un baño calentito, comida y un lugar cómodo para dormir. Con el tiempo, Chasky se convirtió en un miembro más de la familia, acompañando a Agustín en todas sus aventuras por el bosque y trayendo alegría a sus vidas.
La historia de Chasky y Agustín nos enseña la importancia de la empatía, la responsabilidad y el amor por los animales. A veces, las mejores amistades se encuentran en los lugares más inesperados, y con un poco de comprensión y cuidado, podemos hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos.
FIN.