Chispa y la escapada playera de Samantha

Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, una niña llamada Samantha que tenía un perro canelo llamado Chispa. Samantha y Chispa eran inseparables, siempre estaban juntos jugando y explorando el barrio.

Un día, la familia de Samantha decidió irse de viaje a la playa por unas semanas. Samantha estaba emocionada por conocer el mar, pero también se sentía triste porque no podía llevar a Chispa con ella.

"Chispa, mi fiel amigo, voy a extrañarte mucho mientras esté en la playa", dijo Samantha con voz triste acariciando a su perro. Chispa movió la cola y le lamió la mano como si entendiera lo que sucedía.

Samantha sabía que debía dejar a Chispa al cuidado de sus abuelos mientras ella se iba de viaje. "No te preocupes, Chispa, prometo volver pronto para estar contigo otra vez", dijo Samantha con determinación antes de despedirse.

Con el corazón apretado, Samantha se subió al auto rumbo a la playa junto a su familia. Durante los primeros días en la playa, Samantha disfrutaba del sol y del mar pero no podía evitar pensar en Chispa y sentirse un poco triste.

Una tarde soleada, mientras caminaba por la costa con sus padres, escuchó un ladrido familiar. Al girar la cabeza, vio correr hacia ella a toda velocidad ¡Era Chispa! El perro había escapado de casa e ido en busca de su amiga.

"¡Chispa! ¿Cómo llegaste hasta aquí?", exclamó sorprendida y feliz al verlo. Chispa saltaba emocionado alrededor de Samantha demostrándole cuánto la había extrañado. La niña lo abrazó con fuerza sintiendo una alegría inmensa por tenerlo nuevamente junto a ella.

"¡Gracias por venir hasta aquí! Eres el mejor amigo que alguien podría desear", le dijo Samantha entre risas mientras acariciaba a Chispa. Desde ese momento, Chispa se convirtió en el héroe del día rescatando así las vacaciones de Samantha y llenándolas de felicidad.

Juntos pasearon por la playa, jugaron en la arena y disfrutaron cada instante compartiendo momentos inolvidables. Al regresar a Buenos Aires, Samantha comprendió lo importante que era tener a Chispa cerca y prometió nunca más separarse de él por tanto tiempo.

A partir de entonces vivieron aventuras juntos sin importar dónde estuvieran porque sabían que su amistad era para siempre. Y colorín colorado este cuento ha terminado.