Chispita en el Circo de la Amistad

Había una vez, en un lejano y mágico bosque, una ardilla llamada Chispita que soñaba con ser la mejor acróbata de su comunidad.

Todos los días practicaba saltos y piruetas en las ramas de los árboles, pero siempre se caía al intentar algo nuevo. Un día, mientras Chispita estaba distraída buscando bellotas para el invierno, se encontró con un grupo de animales que estaban ensayando para un gran espectáculo circense.

Había elefantes equilibristas, tigres domadores y hasta un hipopótamo malabarista. Chispita quedó maravillada por lo que veía y decidió acercarse a ellos. —"Hola" , dijo tímidamente la ardilla. "¿Podrían enseñarme algunos trucos? Quiero ser la mejor acróbata del bosque".

Los animales aceptaron encantados y comenzaron a entrenar con ella. Al principio fue difícil para Chispita adaptarse a las técnicas del circo, pero poco a poco fue mejorando gracias al apoyo de sus nuevos amigos.

Sin embargo, cuando llegó el día del gran espectáculo circense, todo parecía salir mal. El trapecio donde debía hacer su actuación se rompió justo antes de empezar y Chispita cayó al piso frente a todos los asistentes.

A pesar del dolor y la vergüenza que sentía, Chispita se levantó decidida a terminar lo que había empezado. Con ayuda de sus amigos animales improvisaron una rutina improvisada que sorprendió a todos los presentes y dejó boquiabiertos incluso a los jueces del circo.

Al final, Chispita no ganó el primer lugar, pero se sintió muy orgullosa de sí misma por haber superado sus miedos y demostrar que con esfuerzo y trabajo en equipo, cualquier cosa es posible.

"-¡Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño! ¡Nunca olvidaré todo lo que aprendí de ustedes!", dijo Chispita emocionada mientras abrazaba uno por uno a sus amigos animales. Y así fue como la pequeña ardilla descubrió su talento y aprendió una valiosa lección sobre perseverancia y amistad.

Desde entonces, todos los años participaba en el espectáculo circense junto a su nueva familia animal.