Chloe y su mágica merienda de cumpleaños



Chloe, una niña pequeña con rizos dorados y una sonrisa radiante, estaba emocionada porque pronto sería su cumpleaños. Su mamá, junto a su abuela, estaban planeando una mágica merienda para celebrar el gran día. Prepararon sándwiches de mermelada, pastelitos, galletitas y limonada, todo dispuesto en la mesa con decoraciones brillantes y coloridas. Chloe no podía esperar para que llegaran sus amigos.

- ¡Mamá, ¿falta mucho para que empiece la fiesta? -preguntó Chloe, con ojitos brillantes de emoción.

-Solo un poquito más, cariño. Mientras tanto, ¿quién te gustaría invitar a la fiesta? -respondió su mamá, con una sonrisa cómplice.

- ¡Quiero que venga Javier, y Martina, y también Lucas! ¡Y mis mejores amigos de la guardería! -exclamó Chloe, emocionada.

Llegó el momento y los amiguitos de Chloe comenzaron a llegar. Todos estaban encantados con la mágica merienda y jugaban felices en el jardín. De repente, Chloe vio algo moverse en los arbustos. Era un pajarito herido. Chloe, sin dudarlo, corrió a buscar a su mamá.

- ¡Mamá, mamá, hay un pajarito herido! ¡Tenemos que ayudarlo! -gritó Chloe, preocupada.

Su mamá y los demás niños se acercaron. Juntos, lograron rescatar al pajarito y lo llevaron a la casa. Cuidaron de él con mucho amor, dándole agua y semillas. El pajarito, poco a poco, se recuperó y comenzó a piar alegremente. Chloe estaba radiante de felicidad.

La mágica merienda se convirtió en un día inolvidable. Chloe aprendió sobre la importancia de la compasión y la amistad, y cómo el amor puede cambiar el mundo. Desde entonces, cada cumpleaños, Chloe y sus amigos ayudaban a los animalitos necesitados, haciendo de su día especial una aventura solidaria. La magia de aquel cumpleaños nunca desapareció, convirtiéndose en un recuerdo atesorado para siempre.

FIN.

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