Chocolata y la casa de baños
Chocolata, el hipopótamo, vivía en la selva con sus amigos. Todos los días, disfrutaban de refrescantes baños en el río. Un día, mientras jugaban, escucharon a los pájaros hablar sobre una maravillosa casa de baños en la ciudad.
Chocolata se emocionó al enterarse de algo tan emocionante. - '¡Amigos, tenemos que ir a la ciudad a visitar la casa de baños! ¡Imaginen las nuevas emociones que experimentaremos!' - exclamó Chocolata con entusiasmo.
Sus amigos, un poco preocupados por ir a la ciudad, aceptaron acompañarlo. Llegaron a la ciudad y se maravillaron con los enormes edificios y el ajetreo y bullicio. Finalmente, encontraron la casa de baños. - '¡Esto es increíble!' - exclamó Chocolata al ver las instalaciones relucientes.
Se dieron un baño delicioso, pero luego, un grupo de niños comenzó a reír y señalar a Chocolata por ser diferente. Sus amigos intentaron consolarlo, pero Chocolata se sintió triste.
Entonces, una simpática niña se acercó a él y le dijo: - '¡Eres genial! No dejes que las opiniones de otros te afecten. Eres único y especial.' Las palabras de la niña iluminaron el corazón de Chocolata. Decidieron regresar a la selva. En el camino, reflexionaron sobre lo sucedido.
Chocolata entendió que ser diferente era maravilloso y que la amistad verdadera va más allá de las apariencias. Aprendieron que siempre es importante ser uno mismo, sin importar lo que otros piensen.
De vuelta en la selva, Chocolata y sus amigos disfrutaron de un baño emocionante, agradecidos por su especial amistad.
FIN.