Circu y el Tesoro del Río Sucio



Era un verano radiante en el pueblo de Flor del Río, donde Circu pasaba cada año sus vacaciones. Este pequeño lugar era conocido por su hermoso río, que serpenteaba entre las montañas y ofrecía un refugio de frescura, risas y aventuras. Sin embargo, este año, todo se veía diferente. Al llegar, Circu se dio cuenta de que el río, que antes brillaba como un espejo, ahora estaba cubierto de basura. Botellas, plásticos y papeles salpicaban sus orillas y deslizaban sus reflejos bajo un espeso velo de tristeza.

"¿Qué pasó aquí?" - le preguntó Circu a su amiga Lila, quien la aguardaba en la plaza del pueblo.

"Tuve que ir bastante más lejos para hallar un lugar limpio para nadar. La gente no cuida el río como antes. No sé qué hacer..." - respondió Lila, mirando al suelo con pesar.

Esa tarde, mientras se acomodaban en la plaza con una limonada bien fría, Circu sintió que debía hacer algo. Así que, inspirada por la belleza que había crecido en su corazón en esos veranos pasados, tomó una decisión.

"Lila, ¡tenemos que hacer algo para salvar el río!" - exclamó Circu, con los ojos brillando de determinación. "Podemos organizar una limpieza, invitar a todos los chicos del pueblo y a sus familias. ¡Así recuperamos nuestro río!"

Lila dudó al principio,

"¿Crees que con eso bastará?" - preguntó.

"¡Por supuesto! Si cada uno pone un poco de su parte, podemos cambiar las cosas. Además, ¡será divertido! Haremos juegos, buscaré premios y llevaremos algo rico para compartir. ¡El río es nuestro tesoro!" - dijo Circu.

Y así comenzó la gran aventura de Circu. Prepararon carteles coloridos y recorrieron las calles del pueblo contagiando su entusiasmo.⚪ Se llamó a la actividad: "¡Rescatemos a nuestro Río!". ¡El día de la limpieza, el sol salió brillando!

Los chicos y sus familias llegaron con guantes y bolsas de basura. Circu organizó equipos, y los más pequeñitos decoraron la orilla, pintando dibujos de peces y flores en papeles reciclados.

Mientras recolectaban residuos, un giro inesperado ocurrió. Encontraron un cofre antiguo medio lleno de barro y residuos. Circu y Lila, con sus manitas, comenzaron a limpiarlo.

"¡Mirá!" - gritó Lila, sacando una tapa con un símbolo muy antiguo. - “Parece un tesoro de verdad.”

La noticia se esparció como reguero de pólvora. Todos dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron.

"¿Qué habrá adentro?" - preguntó uno de los chicos.

Cuando lograron abrir el cofre, descubrieron una carta muy desgastada y varios objetos brillantes, entre los que había joyas antiguas y una especie de brújula.

"Esto debe pertenecer a alguien de la historia del pueblo..." - dijo Circu, maravillada. "Pero lo más importante es entender que el verdadero tesoro es nuestro río limpio y hermoso."

Los chicos se miraron confundidos. Circu continuó:

"Mientras lo cuidemos, siempre será nuestro tesoro. ¿Qué les parece si hacemos un club del Río? Seguimos cuidándolo y organizamos actividades para educar a más gente sobre la importancia de reciclar y proteger nuestro entorno"

Todos aplaudieron entusiasmados y celebraron su nuevo club, recibiendo el apoyo de los adultos que también se unieron a la causa.

Así, el pueblo de Flor del Río no solo limpió su hogar, sino que encontró la manera de cuidar su tesoro y preservar su belleza para generaciones futuras.

Cuando el verano finalizó, Circu se despidió de Lila y todos sus nuevos amigos, llevando consigo una brújula simbólica, recordando que la dirección a seguir siempre sería cuidar el mundo que los rodeaba.

Años después, Circu volvió al río. Los colores florecían, no solo en la naturaleza, sino también en los rostros de los chicos que seguían cuidando el río. Con una sonrisa y un corazón pleno, Circu supo que el tesoro más valioso era que ahora todos ellos entendían la importancia de proteger su hogar.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!