Circus Courage
Había una vez un niño llamado Martín, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Martín era un niño valiente y curioso, pero tenía un miedo terrible a los payasos.
Cada vez que veía uno, se ponía muy nervioso y sentía un escalofrío recorrer su espalda. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, comenzó a llover de repente.
Todos los niños corrieron hacia sus casas para refugiarse de la lluvia, pero Martín decidió aventurarse por las calles del pueblo bajo la intensa tormenta. Mientras caminaba bajo la lluvia torrencial, vio algo extraño a lo lejos: una figura oscura moviéndose entre los árboles.
El corazón de Martín comenzó a latir más rápido y sintió un miedo indescriptible. Se acercó sigilosamente para ver qué era aquello y descubrió que era un bebé abandonado. Martín no podía creerlo.
Sin pensarlo dos veces, tomó al bebé en brazos y corrió hasta su casa para pedir ayuda a sus padres. Al llegar a su hogar empapado por la lluvia, llamaron inmediatamente a la policía para informar sobre el bebé encontrado.
Mientras esperaban a que llegaran las autoridades, Martín cuidaba del bebé diabólico con mucho cariño y ternura. A medida que pasaban las horas, el niño empezó a sentirse responsable por aquel pequeñito indefenso y olvidó completamente su miedo a los payasos. La noche caía sobre el pueblo y, de repente, el teléfono sonó.
Era una llamada misteriosa que les advertía sobre la llegada de una criatura terrorífica conocida como "La Llorona". Martín se estremeció al escuchar aquellas palabras, pero sabía que debía proteger al bebé a toda costa.
Decidido a enfrentar sus miedos, Martín salió de su casa con el bebé en brazos y comenzó a buscar un lugar seguro para esconderse de La Llorona.
Mientras caminaba por las calles desiertas del pueblo, se encontró con un grupo de zombies hambrientos. El niño valiente no se asustó y pensó rápidamente en una solución. Recordó que los payasos eran capaces de hacer reír incluso a los muertos vivientes.
Entonces, sacó una nariz roja y unos zapatos enormes que llevaba siempre consigo y comenzó a hacer payasadas frente a los zombies. Los zombies quedaron tan sorprendidos por las habilidades cómicas de Martín que empezaron a reírse sin parar.
Mientras tanto, La Llorona apareció entre la oscuridad y vio al niño protegiendo al bebé diabólico. "¡Martín! ¡No tengas miedo!", exclamó La Llorona con voz suave pero firme. "Ese bebé necesita ser amado y cuidado".
Martín entendió entonces que la apariencia diabólica del bebé era solo superficial y decidió darle todo su amor incondicionalmente. A partir de ese momento, formaron una hermosa familia llena de felicidad.
Y así fue como Martín superó sus miedos, enfrentó a los zombies, hizo reír a todos con sus payasadas y encontró el verdadero significado de la valentía y el amor. Desde aquel día, cada vez que alguien le preguntaba sobre su aventura bajo la lluvia, Martín respondía: "¡Me hice caca del susto pero gané una familia!".
Y así termina esta historia llena de enseñanzas y giros inesperados. Recuerda siempre ser valiente y enfrentar tus miedos, porque nunca sabes qué maravillosas sorpresas te esperan al otro lado del temor.
FIN.