Clara y el Amigo Mascota del Parque de Atracciones



Era un día soleado en la ciudad de Clara, y ella estaba muy emocionada porque era el gran día del viaje al Parque de Atracciones. Clara era una niña curiosa y llena de energía, siempre iba acompañada de su animal amigo, un perro llamado Tobi. Tobi siempre había sido su mejor compañero en todas sus aventuras.

"Tobi, ¿estás listo para saltar y correr?" - le preguntó Clara mientras lo acariciaba.

"¡Guau!" - responde Tobi moviendo la cola.

Cuando llegaron al parque, Clara estaba maravillada por todos los colores y sonidos. Las luces brillantes de las atracciones, el olor a algodón de azúcar, y las risas de los chicos llenaban el aire.

"Mirá Tobi, ¡ese es el gran volante! Voy a montarme en él primero," - Clara exclamó entusiasmada.

"¡Guau!" - contestó Tobi, teniendo una mirada de emoción.

Clara esperó en la fila, y cuando llegó su turno, subió al volante con una sonrisa de oreja a oreja. Todo era pura alegría hasta que, al salir de la atracción, se dio cuenta de que Tobi había desaparecido.

"¡Tobi!" - gritó Clara, angustiándose.

"¡Guau!" - escuchó al perro desde detrás de un puesto de helados.

Corría hacia él cuando se dio cuenta de que estaba rodeado de un grupo de niños, todos riendo y acariciándolo.

"¿Te gusta Tobi?" - le preguntó uno de los chicos.

"Sí, es mi mejor amigo. ¡Se ve que también le gusta jugar!" - dijo Clara aliviada.

Decidieron jugar un rato todos juntos y mientras jugaban, Tobi llevó a Clara a la zona del parque que nunca había visto antes. Era un lugar lleno de animales, atracciones inspiradas en la naturaleza y un jardín deslumbrante.

"¡Mirá Clara!" - dijo Tobi mientras guiaba a Clara hacia un campo de flores.

"Esto es hermoso, Tobi. ¡Nunca había visto algo así!" - respondió Clara con admiración.

Mientras exploraban, se encontraron con un anciano que cuidaba de las plantas.

"Hola, pequeña. ¿Te gustan estas flores?" - le preguntó el anciano.

"Sí, son las más bonitas que he visto. ¿Cómo las cuidas?" - preguntó Clara curiosa.

"Las riego todos los días, les hablo y les doy amor. Todo ser necesita cariño para florecer, igual que tú y tu amigo aquí" - dijo el anciano, señalando a Tobi.

Clara pensó en esto. Había estado tan ocupada divirtiéndose que había olvidado sobre lo importante que es cuidar y respetar a los demás, incluso a los animales y plantas.

"Gracias por recordármelo, señor. ¡Prometo cuidar mucho a Tobi y a la naturaleza!" - dijo Clara con determinación.

Luego de pasar un rato con el anciano, Clara y Tobi continuaron explorando el parque. Jugaron en el laberinto de arbustos, subieron en los caballitos de madera y se deslizaron por la resbaladilla.

Antes de salir del parque, Clara hizo una promesa.

"Tobi, vamos a regresar siempre a este lugar y cuidar de todo lo que hay aquí. Vamos a ayudar a plantar flores y cuidar a otros animales" - dijo Clara con pasión.

"¡Guau!" - exclamó Tobi, como si también estuviera de acuerdo.

De ese día en adelante, Clara no solo disfrutó del parque, sino que también se convirtió en una pequeña protectora de la naturaleza y de los animales.

Nunca olvidó lo que aprendió, y cada vez que iba al parque, siempre llevaba una sonrisa en el rostro y la promesa de ayudar a cuidar de todos los seres vivos.

Y así, Clara y Tobi vivieron felices, sabiendo que podían aportar su granito de arena al mundo.

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FIN.

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