Clara y el hada de los dientes




Había una vez en un encantador pueblito rodeado de verdes prados, vivía una niña llamada Clara. Clara era una niña muy curiosa y alegre, y su mayor ilusión era conocer al hada de los dientes.

Un día, mientras jugaba en el jardín, Clara se tropezó y perdió su primer diente. Entonces, recordó la historia del hada de los dientes, que visita a los niños cuando se les cae un diente y les deja una sorpresa a cambio.

Emocionada, Clara decidió poner su diente bajo la almohada aquella noche para conocer al hada de los dientes. Al anochecer, cuando ya todos estaban dormidos, el hada de los dientes llegó silenciosamente a la habitación de Clara.

Con un toque de su varita mágica, dejó una brillante moneda de oro en lugar del diente de Clara. Clara despertó en la mañana y descubrió la sorpresa con gran alegría.

Desde ese día, cada vez que Clara perdía un diente, el hada de los dientes le dejaba una sorpresa y Clara se sentía feliz.

Con el paso del tiempo, Clara se dio cuenta de que la magia del hada de los dientes no solo estaba en las monedas brillantes, sino en el cuidado y amor que ponía en cada visita. Así, Clara decidió compartir esa magia con otros niños, convirtiéndose en el hada de los dientes de su propio hogar, llevando alegría y sorpresas a los más pequeños.

Y así, Clara aprendió que la verdadera magia está en hacer felices a los demás con pequeños gestos de amor y generosidad, como el hada de los dientes lo había hecho con ella.

FIN.

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