Clara y los Robots Intrépidos

Había una vez una niña llamada Clara, que era muy curiosa. Siempre estaba preguntando y explorando el mundo a su alrededor.

Un día, mientras caminaba por el parque con su mamá, vio a un grupo de niños jugando con unos juguetes extraños. "¿Qué están haciendo esos niños?" preguntó Clara. "Están jugando con unos robots que construyeron ellos mismos," respondió su mamá. "¡Eso es increíble! ¿Puedo ir a jugar también?" pidió Clara emocionada.

Su mamá asintió y Clara corrió hacia los niños. Pero cuando llegó allí, se dio cuenta de que no sabía cómo hacer funcionar los robots y se sintió frustrada. "No te preocupes," dijo uno de los niños amablemente. "Te enseñaremos cómo hacerlo.

"Clara aprendió rápidamente y pronto estaba disfrutando del juego tanto como los demás niños. Después de un rato, uno de los robots empezó a fallar y todos los demás niños abandonaron el juego para irse a casa.

Pero Clara decidió quedarse atrás para tratar de arreglar el robot roto. Trabajó incansablemente hasta que finalmente lo logró.

Cuando regresó a casa esa noche, le contó emocionada a su mamá sobre todo lo que había aprendido ese día en el parque. Su mamá sonrió orgullosa y le dijo:"Nunca tengas miedo de ser curiosa e intentar cosas nuevas. Esa es la mejor manera de aprender.

"A partir de ese día, Clara nunca dejó que su falta inicial de habilidad la detuviera en cualquier cosa que quisiera aprender. Se convirtió en una niña muy hábil y astuta, siempre dispuesta a explorar el mundo y descubrir cosas nuevas.

Y así, Clara aprendió la valiosa lección de que no hay nada más gratificante que ser curioso y estar siempre listo para aprender algo nuevo.