Clara y su Aventura en el Dentista



Era un día soleado y Clara, una niñita de cinco años, estaba jugando en el parque. De repente, su mamá apareció con una noticia.

"Clara, hoy tenemos que ir al dentista."

Tan pronto como escuchó la palabra —"dentista" , Clara se puso nerviosa. Su imaginación voló y pensó en una silla gigante y ruidos extraños.

"¡No quiero ir!" - exclamó Clara, temblando un poco.

"Pero mi amor, el dentista ayuda a cuidar nuestros dientes. ¡Es como un superhéroe de la sonrisa!" - dijo su mamá sonriendo.

Clara recordó su cuento favorito, donde un valiente héroe enfrentaba dragones y salvaba el día. Ella decidió que podía ser valiente también. En el camino al consultorio, Clara llevó su muñeca, llamada Loly, como su compañera de aventuras.

Cuando llegaron, Clara notó que el consultorio era colorido y había juguetes. Aun así, su corazón seguía latiendo rápido.

"¡Hola, Clara! Soy el Dr. Dente. ¿Te gustaría jugar un juego antes de empezar?" - preguntó el dentista con una sonrisa amplia.

"¿Un juego?" - murmuró Clara, curiosa.

"Sí. Vamos a contar cuántos dientes tenemos. ¡Tú primero!" - dijo el dentista.

Clara se entusiasmó y comenzó a contar sus dientes mientras Loly también jugaba. ¡Era divertido! Cuando terminó de contar, el Dr. Dente le dijo:

"¡Muy bien, ya estamos listos! Ahora, Loly también necesita una revisión. ¿La puedes ayudar?" - sugirió el dentista.

"¡Sí!" - gritó Clara con alegría. Así, Clara se convirtió en la doctora de su muñeca y omitiendo su miedo, ayudaba al Dr. Dente en la revisión de Loly.

"Veo que Loly tiene dientes muy sanos. ¡Buen trabajo, Clara!" - dijo el dentista, impresionado.

Después de revisar a Loly, llegó el turno de Clara. Con Loly a su lado, se sentó en la silla del dentista, que en realidad no era tan grande como había imaginado. El Dr. Dente le mostró todos sus instrumentos como si fueran herramientas mágicas.

"Vamos a ver esos dientes. No duele, solo sentirás un pequeño cosquilleo." - explicó el Dr. Dente.

Clara respiró hondo y, apoyada en su muñeca, sintió que podía ser valiente.

"¡Soy tan valiente como un héroe!" - pensó Clara y sonrió.

Todo terminó rápidamente. Al final, Clara salió del consultorio con una estrella dorada en su mano.

- “¡Lo hiciste muy bien, Clara! ¿Ves? No fue tan aterrador, ¿verdad? ” - le dijo su mamá.

- “¡No! ¡Fue divertido! ” - dijo Clara con una gran sonrisa.

Al regresar a casa, Clara se sintió como una verdadera heroína. Había vencido su miedo al dentista, y hasta le había ayudado a su amiga Loly. Desde ese día, cada vez que alguien decía la palabra “dentista”, Clara sonreía y contaba su gran aventura.

Y así, Clara aprendió que ser valiente a veces significa enfrentar lo que más tememos. ¡Y siempre, siempre valiéndose de tus amigos!

La endulzada sonrisa de Clara brillaba mucho más que antes, y los días de dentista ya no eran tan temidos, sino aventuras llenas de juegos y risas.

FIN.

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