Clarabella y la defensa del bosque



Había una vez en el tranquilo pueblo de Villa Animalia, una vaca muy especial llamada Clarabella. A diferencia de las otras vacas, a Clarabella le encantaba leer libros.

Pasaba horas y horas en la biblioteca del pueblo devorando historias de todo tipo. Sus amigos del campo siempre se burlaban de ella por ser diferente, pero a Clarabella no le importaba, ya que sabía que los libros eran su mayor tesoro.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, Clarabella escuchó unos llantos desgarradores. Siguió el sonido y encontró a un pequeño conejito atrapado en una red tendida por unos cazadores furtivos.

Sin dudarlo ni un segundo, la valiente vaca corrió hacia allí y con un fuerte golpe logró romper la red y liberar al conejito. "¡Gracias, gracias!" -dijo el conejito entre sollozos mientras abrazaba a Clarabella. "No hay de qué, amigo conejito.

No puedo permitir que lastimen a los animalitos indefensos como tú", respondió amablemente la vaca. El conejito contó cómo los cazadores furtivos habían estado acechando el bosque últimamente para capturar animales y venderlos ilegalmente. Preocupada por la seguridad de todos sus amigos del bosque, Clarabella decidió actuar.

Con su inteligencia y astucia adquiridas en sus lecturas, la vaca ideó un plan para detener a los cazadores furtivos y proteger a los habitantes del bosque.

Reunió a todos los animales: ardillas, pájaros, zorros y hasta al viejo oso cascarrabias que vivía en lo más profundo del bosque. "Amigos míos", comenzó Clarabella con determinación. "Ha llegado el momento de unirnos y luchar juntos contra aquellos que quieren hacernos daño.

Conocemos este bosque mejor que nadie y juntos somos más fuertes". Los animales asintieron con determinación y se prepararon para llevar a cabo el plan de la valiente vaca. Durante toda la noche trabajaron arduamente construyendo trampas ingeniosas e ideando estrategias para despistar a los cazadores furtivos.

Al amanecer, cuando los cazadores entraron al bosque creyendo que capturarían fácilmente a más animalitos indefensos, se encontraron con una sorpresa inesperada. Cada paso que daban era una trampa preparada por los animales liderados por Clarabella.

Los cazadores pronto se vieron rodeados y superados en número por los astutos habitantes del bosque. Rendidos finalmente ante la valentía y solidaridad de los animales, prometieron no volver jamás al lugar para cazar ilegalmente.

La noticia sobre lo ocurrido se extendió rápidamente por todo Villa Animalia y pronto Clarabella se convirtió en toda una heroína admirada por grandes y chicos.

Desde ese día, todos aprendieron a valorar las diferencias entre ellos y comprendieron que cada uno tiene algo especial que ofrecer al mundo. Y así fue como gracias a una vaca amante de la lectura llamada Clarabella, el pueblo entero descubrió que juntos podían lograr cosas maravillosas si trabajaban en equipo.

FIN.

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