Claudia y la Reina Mala
Claudia era una niña de pocos recursos que vivía en un pequeño pueblo junto a sus padres.
A pesar de su corta edad, se esforzaba por ayudar en todo lo que podía, ya que sabía lo mucho que trabajaban sus padres para sacar adelante la familia. Un día, mientras exploraba el bosque cercano al pueblo, Claudia se encontró con un castillo abandonado. Intrigada, decidió entrar y descubrió que no estaba vacío, sino habitado por una reina mala.
La reina, al ver a Claudia, decidió hacerla su ayudante, obligándola a hacer tareas injustas y tratándola con dureza. A pesar de las dificultades, Claudia nunca perdió su bondad y su valentía.
Con el tiempo, descubrió que la reina había sido herida por la traición y el desamor, lo que la había llevado a convertirse en alguien malvado. Decidida a ayudarla, Claudia comenzó a brindarle su amistad y comprensión, generando un cambio en el corazón de la reina.
Con el amor y la bondad de Claudia, la reina mala poco a poco se transformó en una persona mejor y el castillo recuperó su esplendor.
Claudia aprendió que, incluso en las situaciones más difíciles, el amor y la compasión son herramientas poderosas para transformar el mundo. Regresó a su pueblo con esta valiosa lección, inspirando a otros con su historia y demostrando que no importa cuán humilde sea alguien, siempre tiene el poder de cambiar vidas con su bondad.
FIN.