Cloudeth y el secreto del parque abandonado



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, donde vivía Cloudeth, una niña de ojos brillantes y cabello rizado. Estaba muy emocionada porque sus queridos tíos vendrían a visitarla y le traerían un regalo especial.

Pero antes de que llegaran, Cloudeth decidió salir a explorar el parque tenebroso que estaba al otro lado del pueblo. El parque tenebroso era un lugar abandonado lleno de basura y malas hierbas.

La gente del pueblo lo evitaba por miedo a lo desconocido que podía haber allí. Pero Cloudeth, con su curiosidad insaciable, no le tenía miedo a nada. Al entrar al parque, se encontró con montones de basura y desechos esparcidos por todas partes.

Aunque el lugar lucía sombrío y descuidado, Cloudeth no pudo evitar sentirse intrigada por lo que podría descubrir entre tanta suciedad. Mientras caminaba entre los restos de viejos juguetes y latas oxidadas, escuchó un suave murmullo proveniente de detrás de unos arbustos.

Con valentía se acercó sigilosamente y descubrió a una familia de pajaritos atrapados en una red abandonada. Sin dudarlo, Cloudeth sacó unas tijeras que llevaba en su mochila y liberó a los pajaritos.

Los pequeños animales revolotearon felices alrededor de ella antes de emprender vuelo hacia la libertad. De repente, entre los arbustos surgió una figura misteriosa. Era un anciano con larga barba blanca que sonreía con gratitud hacia Cloudeth.

"-Gracias por salvar a mis amigos emplumados", dijo el anciano con voz suave. Cloudeth se sorprendió al ver al anciano pero sintió calidez en su corazón al ayudar a los pajaritos. "-¿Quién eres?" preguntó ella con curiosidad.

"-Soy el guardián del parque tenebroso", respondió el anciano mientras le contaba la historia olvidada del lugar. Explicó cómo solía ser un hermoso jardín lleno de vida hasta que la gente empezó a desechar basura sin importarles el daño que causaban al medio ambiente.

Cloudeth escuchaba atentamente cada palabra mientras reflexionaba sobre la importancia de cuidar nuestro entorno natural y respetar a todos los seres vivos. El anciano le entregó una semilla especial y le dijo: "-Esta semilla representa la esperanza y la renovación.

Si siembras esta semilla en tu corazón, podrás hacer crecer cosas maravillosas incluso en los lugares más oscuros". Llena de inspiración, Cloudeth regresó a casa justo a tiempo para recibir a sus tíos con una sonrisa radiante en el rostro.

Les contó emocionada sobre su aventura en el parque tenebroso y les mostró la semilla que ahora guardaba con cariño en su bolsillo.

A partir de ese día, Cloudeth cuidó con amor la semilla plantando árboles y flores por todo Villa Esperanza, recordando siempre las palabras del guardián del parque tenebroso sobre la importancia de proteger nuestro planeta.

Y así, gracias a su valentía e ingenio, Cloudeth demostró que incluso en los lugares más inesperados se pueden encontrar lecciones valiosas y sembrar esperanza para un futuro mejor.

FIN.

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