Cocoliso y el poder de la golosina



Cocoliso era un perrito juguetón y travieso que adoraba comer golosinas. Todos los días, correteaba por el parque con su mamá humana, quien siempre lo cuidaba con amor.

Un día soleado, mientras Cocoliso saltaba y corría alrededor de los árboles, tropezó con una piedra y cayó al suelo, lastimándose una patita. - '¡Ay, mamá, me duele mucho!' gimió Cocoliso, con los ojos llenos de lágrimas. Su mamá rápidamente lo levantó en brazos y lo llevó al banco del parque.

- 'Tranquilo, mi dulce Cocoliso, te curaré enseguida', le aseguró su mamá con ternura. Con cuidado, limpió la herida de Cocoliso y le colocó un vendaje suave. - 'Listo, cariño, todo va a estar bien.

Ahora descansa un poquito', le dijo su mamá. Cocoliso se sintió reconfortado por las palabras y el afecto de su mamá. Mientras descansaba, su mamá le contó una historia sobre la importancia de cuidar su cuerpecito y no correr descontroladamente.

'Las golosinas son deliciosas, pero también debemos ser cuidadosos para no lastimarnos', le explicó su mamá con paciencia. Cocoliso asintió con la cabeza, entendiendo la lección. Los días siguientes, Cocoliso se movía con más precaución, recordando las palabras de su mamá.

A pesar de extrañar sus aceleradas carreras, disfrutaba de su tiempo en el parque de una manera más consciente. Siempre agradecía el amoroso cuidado de su mamá y se esforzaba por ser más prudente. Finalmente, su patita sanó por completo.

Cocoliso aprendió que las golosinas son deliciosas, pero también comprendió la importancia de cuidar su cuerpecito y moverse con sensatez. ¡Y así, Cocoliso y su mamá continuaron disfrutando de divertidos momentos juntos, aprendiendo y creciendo en amor!'

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!