Colores en Movimiento
Había una vez una niña llamada Guada que amaba bailar y pintar. Siempre se la veía sonriente mientras practicaba su ballet o creaba hermosas obras de arte con sus pinceles y colores. Pero un día, algo cambió en Guada.
Se sentía triste todo el tiempo y ya no disfrutaba tanto de sus hobbies favoritos. Su mamá notó que algo andaba mal y decidió hablar con ella.
"Guada, ¿qué te pasa? Te veo muy triste últimamente"- preguntó su mamá preocupada. "No lo sé mami, solo siento como si algo me estuviera faltando"- respondió Guada con lágrimas en los ojos.
Su mamá le sugirió ir a hablar con la psicóloga del colegio para ver si podían descubrir qué estaba causando esa tristeza en Guada. La psicóloga habló con Guada durante varias sesiones y finalmente descubrieron que había sido víctima de bullying por parte de algunos compañeros de clase.
La psicóloga le enseñó a Guada algunas técnicas para manejar sus emociones negativas y también le sugirió hacer algo que la hiciera sentir feliz todos los días. Fue entonces cuando Guada decidió retomar sus dos grandes pasiones: el baile y la pintura.
Al principio fue difícil porque todavía se sentía un poco triste, pero poco a poco fue recuperando su alegría al moverse al ritmo de la música o crear dibujos coloridos en su cuaderno.
Además, empezó a compartir su arte con otros niños del colegio y pronto se hizo muy popular entre sus compañeros. Un día, Guada recibió una invitación para participar en un concurso de baile y pintura. A pesar de que estaba un poco nerviosa, decidió dar lo mejor de sí misma.
Bailó con tanta gracia y pintó con tanto talento que al final del concurso se llevó el primer premio. "¡Felicidades Guada! Eres una artista increíble"- dijo uno de los jueces mientras le entregaba su trofeo.
Guada sonrió como hacía mucho tiempo no lo hacía. Se dio cuenta de que a pesar de las dificultades, ella siempre tendría su arte para ayudarla a superar cualquier obstáculo.
Desde ese día en adelante, nunca más volvió a sentirse triste porque sabía que tenía algo maravilloso dentro suyo: el poder de la creatividad y la pasión por el arte.
FIN.