Colores Unidos



Había una vez un niño llamado Jamal, quien tenía la piel de color negro como el carbón. Vivía en un orfanato y soñaba con tener una familia que lo amara incondicionalmente.

Un día, Jamal recibió la noticia más emocionante de su vida: ¡una familia quería adoptarlo! Eran los Smith, una pareja amorosa y amable que vivía en un pequeño pueblo. Estaban ansiosos por conocer a Jamal y darle todo el amor y cuidado que necesitaba.

Cuando llegó a su nuevo hogar, Jamal se sintió abrumado por la felicidad. Los Smith le mostraron su habitación decorada con colores brillantes y juguetes divertidos. Se sentían como una verdadera familia.

Al día siguiente, era hora de ir a la escuela. Jamal estaba emocionado pero también nervioso por conocer nuevos amigos. Cuando llegó al colegio, se dio cuenta de algo extraño: todos los demás niños tenían la piel blanca como la nieve.

Jamal se hizo amigo rápidamente de Lucas, un chico curioso y amigable. Juntos exploraron el patio del colegio e hicieron castillos en la arena durante el recreo. Pero no todos los niños eran tan amables como Lucas.

Un día, mientras jugaban al fútbol en el patio del colegio, algunos niños comenzaron a burlarse de Jamal por su color de piel diferente. Lo llamaban —"negrito"  y decían cosas hirientes sobre él. Aunque intentaba ignorarlos, sus palabras lo lastimaban profundamente.

Lucas vio cómo trataban a Jamal e inmediatamente intervino para detenerlo: "¡Eh! Dejen de molestar a Jamal. Él es mi amigo y no tiene importancia el color de su piel".

Los niños se sorprendieron por la valentía de Lucas, pero eso no los detuvo. Continuaron con sus comentarios hirientes, haciendo que Jamal se sintiera triste y solo. Un día, durante una clase de arte, la maestra propuso un proyecto especial para celebrar la diversidad.

Cada estudiante debía pintar un autorretrato y escribir algo positivo sobre sí mismos. Jamal decidió pintarse con todos los colores del arcoíris en lugar de solo usar negro como siempre lo había hecho. Quería demostrar que cada color era hermoso y único.

Cuando llegó el momento de exponer sus trabajos, Jamal mostró su autorretrato lleno de colores vibrantes. Todos los estudiantes quedaron impresionados y comenzaron a aplaudirlo. La maestra explicó: "Cada uno de nosotros es especial y único en nuestro propio camino.

No importa cómo nos veamos por fuera, lo importante es cómo somos por dentro". A partir de ese día, los niños del colegio comenzaron a ver más allá del color de piel de Jamal.

Aprendieron a apreciarlo por su amabilidad, alegría y talento para dibujar. Poco a poco, Jamal ganó el corazón de todos sus compañeros e incluso aquellos que solían discriminarlo se dieron cuenta del error que cometieron al juzgarlo sin conocerlo realmente.

Jamal enseñó una gran lección sobre aceptación y amor incondicional. Demostró que no importa el color de nuestra piel o nuestras diferencias externas; lo importante es ser respetuosos y amables con los demás.

Desde ese día, Jamal y Lucas se convirtieron en mejores amigos y juntos promovieron la igualdad y el respeto en su colegio. A medida que crecían, continuaron luchando contra la discriminación y ayudaron a crear un ambiente inclusivo para todos.

Jamal demostró al mundo que no hay barreras cuando se trata de amor y amistad. Su historia inspiró a muchas personas a ver más allá de las diferencias externas y valorar el corazón de cada individuo.

Y así, Jamal vivió felizmente rodeado de amor y aceptación, recordándonos siempre que somos iguales por dentro sin importar cómo nos veamos por fuera. Fin.

FIN.

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