Cometas en el viento


Tomi y Manu eran dos amigos inseparables que vivían cerca de la costa. Les encantaba jugar en la playa, especialmente cuando el sol brillaba y las olas del mar estaban suaves.

Un día, decidieron jugar a un juego nuevo: mar olas delfín espuma arena barrenar viento caracoles. Era un juego muy divertido que consistía en reagarrar almejas de diferentes tamaños y colores mientras se movían por la playa como si fueran delfines saltando sobre las olas.

-¡Mira Tomi, encontré una almeja gigante! -exclamó Manu emocionado mientras sostenía una almeja rosada en sus manos. -Tienes razón Manu, es enorme.

¡Pero mira esta otra que encontré yo! Es perfectamente blanca y tiene una forma extraña -respondió Tomi mostrándole su hallazgo a su amigo. Así pasaron varias horas jugando en la playa, recolectando caracoles y construyendo castillos de arena hasta que empezó a soplar el viento fuerte. -¡Vaya! , este viento es terrible -dijo Tomi mientras intentaba mantenerse en pie-.

Creo que deberíamos irnos antes de que se ponga peor. -Pero espera Tomi, ¿no te das cuenta? Este viento es perfecto para hacer volar nuestras cometas -respondió Manu sacando dos coloridas cometas de su mochila.

Y así fue como los dos amigos terminaron corriendo por toda la playa tratando de controlar sus cometas al mismo tiempo que recogían más caracoles para agregar a sus colecciones.

De repente, una ola gigante apareció frente a ellos y comenzó a avanzar hacia la playa. Tomi y Manu, que estaban distraídos con sus cometas, no se dieron cuenta del peligro hasta que la ola estuvo muy cerca.

-¡Tomi, Manu! ¡Rápido, corran hacia la colina! -gritó un hombre mayor que estaba pescando en el muelle cercano. Los dos amigos corrieron lo más rápido que pudieron hacia la colina mientras veían cómo la ola cubría toda la playa y arrastraba todo a su paso.

Después de unos minutos de recuperarse del susto, Tomi y Manu se sentaron en lo alto de la colina mirando hacia el mar mientras el sol comenzaba a ponerse detrás de ellos. -¿Sabes qué? Hoy aprendimos algo importante -dijo Tomi reflexionando sobre lo ocurrido-.

A veces las cosas pueden cambiar rápidamente y tenemos que estar preparados para enfrentar cualquier situación. -Tienes razón amigo. Pero también aprendimos algo divertido: ¡cómo hacer volar nuestras cometas con viento fuerte! -respondió Manu riendo mientras levantaba una mano para despedirse del sol.

Y así terminó otro día emocionante para Tomi y Manu en la costa. Una lección valiosa sobre estar preparados ante los cambios inesperados de la vida y también disfrutar al máximo cada momento jugando con amigos.

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