Cómo el parkour cambió la vida de Fermín
Fermín era un adolescente muy activo y curioso, siempre estaba explorando su barrio en bicicleta o jugando con sus amigos. Sin embargo, parecía que no podía evitar tener accidentes.
Se chocaba con el gato de la vecina, se golpeaba la nariz al tratar de atrapar una pelota, y se caía de la bici cada vez que intentaba hacer un truco nuevo.
Un día, después de haberse raspado las rodillas por tercera vez en una semana, Fermín decidió que ya era suficiente. Estaba cansado de estar lastimándose todo el tiempo y quería encontrar una forma de ser más cuidadoso.
- ¿Qué puedo hacer para dejar de tener tantos accidentes? -le preguntó a su mamá mientras ella le curaba las heridas. - Bueno hijo, lo primero es prestar atención a tu entorno -respondió ella-. Fíjate bien por dónde vas y asegúrate de que no haya obstáculos en tu camino.
Fermín siguió el consejo de su mamá y comenzó a ser más consciente de su entorno mientras jugaba o andaba en bicicleta. Pero aún así seguía teniendo algunos tropiezos aquí y allá.
Un día, mientras estaba sentado en el parque pensando en qué más podía hacer para evitar los accidentes, vio a un grupo de niños practicando parkour. Eran ágiles e increíblemente coordinados; saltaban sobre bancos y muros sin esfuerzo alguno. Inspirado por ellos, Fermín decidió aprender parkour también.
Buscó videos en internet y practicó durante horas todos los días hasta que finalmente logró hacer un salto impresionante sobre una pared. Desde ese momento, Fermín se convirtió en un apasionado del parkour. Practicaba todos los días y se esforzaba por mejorar su técnica.
Y lo mejor de todo, ya no tenía tantos accidentes como antes. Había aprendido a ser más consciente de su entorno y a tener más control sobre su cuerpo.
Un día, mientras estaba practicando parkour en el parque, conoció a un grupo de jóvenes que también eran fanáticos del deporte. Juntos formaron un equipo y comenzaron a competir en torneos locales.
Fermín se sentía feliz y orgulloso de sí mismo por haber encontrado algo que amaba hacer y que además le había enseñado a ser más cuidadoso. Aprendió que los accidentes son parte de la vida, pero que siempre podemos encontrar formas de superarlos y convertirlos en oportunidades para crecer.
A partir de entonces, Fermín se convirtió en un referente para sus amigos, quienes lo admiraban por su habilidad para superar los obstáculos y seguir adelante sin desanimarse ante las dificultades.
FIN.