Conejo, el perro con dibujo



Había una vez en un pequeño pueblo, un perro llamado Conejo. Conejo era un perro muy especial, ya que tenía un dibujo en su lomo que parecía la silueta de un conejo.

Esto hacía que todos en el pueblo lo miraran con asombro y cariño. Conejo era un perro muy alegre y curioso, siempre estaba explorando y descubriendo cosas nuevas. Un día, mientras paseaba por el bosque, Conejo se encontró con un grupo de animales que estaban tristes.

- ¿Qué les pasa amigos? - preguntó Conejo. - Estamos tristes porque no sabemos cómo expresar nuestras emociones y sentimientos a través del arte - respondió la liebre. Conejo, con su dibujo en el lomo, tuvo una brillante idea.

Les propuso a todos los animales del bosque que él les enseñaría a dibujar. Así que Conejo se convirtió en el maestro de arte del bosque.

Enseñaba a los pajaritos a pintar el cielo azul, a los zorros a dibujar hermosos paisajes y a las ardillas a plasmar sus travesuras en papel. Con el tiempo, el bosque se convirtió en un lugar lleno de color y alegría.

Pero un día, una terrible tormenta azotó el bosque y destruyó todas las obras de arte de los animales. Todos estaban muy tristes y desanimados. - No se preocupen, amigos.

Aunque la tormenta haya destruido nuestros dibujos, el arte siempre estará en nuestros corazones y juntos podemos volver a crear cosas maravillosas - les dijo Conejo con optimismo. Así que todos los animales del bosque se unieron y con esfuerzo y colaboración lograron crear nuevas obras de arte, incluso más hermosas que las anteriores.

Conejo había enseñado a los animales del bosque no solo a dibujar, sino también el valor de la amistad, el trabajo en equipo y la importancia de no darse por vencidos ante las dificultades.

FIN.

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