Conociendo a Messi
Había una vez en un pequeño barrio de Buenos Aires, un niño llamado Pedrito. Desde que tenía memoria, su gran pasión fue el fútbol. En cada rincón de su casa, había pelotas de fútbol decorando las paredes y poster de su ídolo, Lionel Andrés Messi Cuccittini. Pedrito soñaba con conocer a Messi algún día, pero no sabía cómo hacerlo.
Un día, después de clases, Pedrito decidió que ya era suficiente de solo soñar. "Voy a hacer algo para conocer a Messi" - se dijo a sí mismo mientras se miraba en el espejo. pensó en organizar un evento en su barrio en el que se jugaran partidos de fútbol. Habló con sus amigos, y todos estaban muy emocionados y dispuestos a ayudar.
Mientras tanto, su vecino, Don Carlos, un antiguo jugador de fútbol, se acercó a Pedrito. "¿Qué estás tramando, pibe?" - le preguntó. "Voy a organizar un torneo de fútbol. Quizás, con suerte, Messi venga a vernos" - respondió Pedrito lleno de entusiasmo.
"¡Eso suena increíble! Pero para convencerlo, necesitarás más que solo un torneo. Necesitamos que más personas vengan y que la noticia llegue lejos" - dijo Don Carlos. "¿Y cómo hacemos eso?" - preguntó Pedrito, pensando en cómo podría hacer que su sueño se hiciera realidad.
Don Carlos sugirió hacer un gran afiche y repartir volantes por la escuela y los comercios locales. Juntos, comenzaron a crear un plan y a llenar de alegría el barrio. El día del torneo llegó y todos estaban emocionados. Los padres, amigos y hasta algunos curiosos asistieron al evento, que se llenó de risas y fútbol.
Mientras los niños jugaban, Pedrito tuvo la idea de dedicar el torneo a Messi. En el medio de la cancha, tomó el micrófono que había traído, se plantó firme y dijo: "Este torneo es por todos los sueños que se pueden lograr. ¡Todos podemos ser como Messi si trabajamos duro y seguimos nuestros sueños!" - El público estalló en aplausos.
Al terminar el torneo, Pedrito se despidió de todos y se fue a casa. No había obtenido la tan deseada visita de Messi, pero sí había logrado algo aún mejor: unir a su comunidad y hacer felices a los demás con su pasión por el fútbol. Al llegar a casa, escondido en su habitación, escribió una carta a Messi:
"Querido Messi, soy Pedrito, un niño que vive en Buenos Aires. Te quiero conocer y te admiro mucho. Hice un torneo en mi barrio no solo para jugar, sino para inspirar a otros a soñar como yo sueña. Espero que alguna vez podamos jugar juntos" - firmó Pedrito emocionado.
Al día siguiente, un suceso increíble ocurrió. Pedrito recibió una carta. "¡No puede ser!" - gritó mientras la abría. Era una respuesta de Messi que decía: "Hola Pedrito, me alegró escuchar tu historia. Cada día trabaja por tus sueños y nunca dejes de jugar el fútbol. Siempre estaré alentándote desde aquí. ¡Un abrazo fuerte! Lionel" -
Suddenly, Pedrito sintió que su sueño ya no parecía tan inalcanzable. En ese momento, comprendió que era la perseverancia y la dedicación lo que realmente importaba. Desde entonces, decidió organizar más torneos y ayudar a otros niños a encontrar su pasión en el fútbol.
Y así, Pedrito se transformó en un líder en su barrio, inspirando a otros a seguir sus sueños mientras continuaba jugando al fútbol. Aunque nunca conoció a Messi en persona, cada vez que tocaba una pelota, sentía que el espíritu del futbolista lo acompañaba, mostrándole que los sueños no solo se cumplen, sino que se construyen día a día.
FIN.