Construyendo Amor



Había una vez una mujer llamada Macu, una arquitecta muy talentosa y amante de los perros. Macu tenía un carácter fuerte y siempre sabía lo que quería. Además, tenía una peculiaridad: era intolerante a la leche.

Siempre decía que le hacía sentir mal del estómago. Un día, Macu decidió salir de viaje por trabajo y dejó atrás a su amado Dario, quien también era arquitecto.

Aunque estaba emocionada por esta nueva aventura, no podía evitar extrañar a Dario terriblemente. Durante su viaje, Macu se encontraba trabajando en un proyecto muy importante para construir el edificio más alto de la ciudad.

Pero mientras diseñaba los planos y supervisaba la obra, no podía dejar de pensar en Dario y todo lo que compartían juntos. Una noche, después de un largo día de trabajo, Macu decidió dar un paseo por las calles de aquella desconocida ciudad. Caminaba pensativa cuando escuchó un ladrido proveniente de un callejón oscuro.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el sonido para encontrar a un pequeño cachorro abandonado. - ¡Ay pobrecito! ¿Qué haces aquí solito? -exclamó Macu con ternura mientras acariciaba al cachorro-. No te preocupes, yo te cuidaré.

Macu decidió adoptar al cachorro y lo llamó —"Lucky" . Desde ese momento, Lucky se convirtió en su fiel compañero durante aquel viaje tan solitario sin Dario cerca.

Con Lucky a su lado, Macu comenzó a descubrir nuevos lugares interesantes y a hacer amigos en la ciudad. Aunque aún extrañaba a Dario, poco a poco su corazón se llenaba de alegría gracias a la compañía de su nuevo amigo animal.

Un día, mientras Macu trabajaba en el proyecto del edificio más alto, recibió una llamada sorpresa. Era Dario. - ¡Hola amor! ¿Cómo estás? -dijo emocionada Macu al escuchar la voz de Dario por teléfono. - Hola cariño, te extraño mucho. No puedo esperar para verte de nuevo.

Tengo una sorpresa para ti -respondió Dario con entusiasmo. Macu no podía contener su emoción. Estaba ansiosa por regresar a casa y reunirse con su amado Dario.

Sin embargo, todavía tenía que terminar su trabajo en aquel lejano lugar antes de poder volver. Con cada día que pasaba, Macu se volvía más impaciente y ansiaba el momento de estar nuevamente junto a Dario. Pero también sabía que tenía que ser paciente y terminar lo que había empezado.

Finalmente, llegó el día en que Macu pudo regresar a casa. Abrazó fuertemente a Lucky mientras le daba las gracias por haberle hecho compañía durante aquel viaje tan especial.

Cuando llegó al aeropuerto, allí estaba Dario esperándola con un enorme ramo de flores y una sonrisa radiante en su rostro. - ¡Amor mío! Te extrañé tanto -exclamó Macu mientras se abrazaban fuertemente-. Y tengo una sorpresa para ti también: conocé a Lucky, nuestro nuevo integrante de la familia.

Dario quedó sorprendido y emocionado al conocer a Lucky. Macu le contó todas las aventuras que habían vivido juntos durante su viaje y cómo el pequeño cachorro había llenado de alegría sus días solitarios.

Desde aquel día, Macu, Dario y Lucky se convirtieron en una familia inseparable. Aprendieron que aunque la distancia pueda separarlos por un tiempo, el amor y la paciencia siempre los mantendrían unidos.

Y así, Macu comprendió que extrañar a alguien puede ser difícil, pero también puede ayudarnos a valorar aún más los momentos compartidos cuando finalmente nos reunimos nuevamente con nuestros seres queridos. Fin.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!