Coquet, la salvadora del bosque


En un bosque encantado, vivía una niña llamada Coquet. Su cabello era tan rosado como las flores que crecían a su alrededor, y sus ojos brillaban con una luz mágica.

Lo que nadie sabía es que Coquet tenía poderes especiales: podía hacer que las plantas crecieran más rápido con solo tocarlas. Un día, mientras paseaba por el bosque, Coquet escuchó un llanto proveniente de un arbusto cercano.

Se acercó y descubrió a una pequeña ardilla atrapada entre las ramas. Sin dudarlo, extendió la mano y tocó el arbusto. En cuestión de segundos, las ramas se apartaron permitiendo que la ardilla escapara.

"¡Gracias, Coquet! ¡Eres increíble!" - dijo la ardilla antes de desaparecer entre los árboles. Coquet sonrió satisfecha y continuó su camino. De repente, escuchó gritos de auxilio provenientes del lago cercano.

Corrió hacia allí y vio a un grupo de patitos atrapados en medio de unas algas muy espesas que no los dejaban salir. Sin perder tiempo, Coquet extendió sus manos sobre el agua y comenzó a cantar una melodía suave. Poco a poco, las algas fueron desapareciendo hasta liberar a los patitos.

"¡Gracias, Coquet! ¡Eres asombrosa!" - graznaron los patitos antes de nadar felices lejos de allí. Emocionada por haber ayudado a los animales del bosque, Coquet decidió regresar a su hogar para descansar.

Pero al llegar se encontró con algo terrible: un incendio forestal estaba arrasando todo a su paso. Sin pensarlo dos veces, Coquet se adentró en el bosque en llamas y utilizó sus poderes para hacer crecer árboles altísimos que actuaron como barrera contra el fuego.

El incendio fue controlado gracias a la valentía y habilidades de la joven niña rosada. Cuando todo volvió a estar en calma, los animales del bosque se reunieron frente a Coquet para mostrarle su gratitud.

"¡Eres nuestra heroína! Gracias por salvar nuestro hogar", dijeron todos al unísono. Coquet sonrió humildemente y les prometió seguir protegiendo el bosque con sus poderes mágicos siempre que lo necesitaran.

Desde ese día en adelante, todos en el bosque sabían que podían confiar en la bondadosa niña rosada con poderes especiales para cuidarlos y protegerlos cuando más lo necesitaran.

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