Coral y el Arcoíris del Mar



Había una vez una sirenita llamada Coral que vivía en el fondo del mar. Coral era muy curiosa y le encantaba nadar por todos lados. Siempre soñaba con ver un arcoíris, pero sabía que estos mágicos fenómenos solo aparecían en el cielo. Sin embargo, su espíritu aventurero no conocía límites.

Un día, mientras exploraba una cueva llena de conchas brillantes, Coral encontró a un viejo pez cantando una melodía melancólica. Se acercó.

"¿Por qué cantás tan triste, amigo?" - preguntó Coral.

"Porque nunca he visto un arcoíris y siempre he soñado con verlo" - respondió el pez, sus ojos llenos de anhelo.

Coral se sintió identificada. "Yo tampoco lo he visto, pero tengo una idea. ¡Voy a buscar uno!"

El pez la miró con curiosidad. "¿Y cómo pensás hacerlo, sirenita?"

Coral sonrió y explicó su plan. Primero, nadaría hacia la superficie y luego, con ayuda de sus amigos el delfín Luchi y la tortuga Tula, buscarían el lugar perfecto para encontrarse con la luz del sol. Así que, juntas, formaron un equipo emocionante.

Desde el fondo del mar, Coral nadó rápidamente hacia la luz del sol. Al llegar a la superficie, su corazón latía con fuerza. De repente, un rayo de sol se filtró entre las nubes.

"¡Miren!" - gritó Coral mientras señalaba con su aleta.

Allí, en el horizonte, había una lluvia ligera. Coral y sus amigos se acercaron, emocionados.

"¿Crees que esto sea un arcoíris?" - preguntó Tula.

"No, aún no. Necesitamos más luz y agua" - contestó Coral.

Así que, Coral decidió hacer algo especial. Empezó a nadar en círculos y a saltar por encima de las olas, haciendo que el agua chispeara como si tuviera diamantes. Luchi, el delfín, se unió a ella y juntos realizaron espectáculo de saltos.

La lluvia intensificó su caída y, de repente, un arcoíris comenzó a formarse justo donde estaban jugando. "¡Miren!" - exclamó Luchi con alegría.

Coral miró hacia arriba. ¡Era el arcoíris! Las marcas de colores se reflejaban tanto en el cielo como en el agua, creando un espectáculo deslumbrante.

"¡Es hermoso!" - gritó Coral con alegría.

Justo en ese momento, el viejo pez apareció en la superficie.

"¿Lo ven?" - dijo Coral emocionada "¡Los sueños se hacen realidad!"

El pez sonrió por primera vez. "Gracias, sirenita. Nunca pensé que podría ver un arcoíris."

La magia del arcoíris no solo llenó de color el cielo, sino también el corazón de Coral y sus amigos. Decidieron celebrar el momento.

"¡Vamos a contarle a todos en el fondo del mar!" - dijo Tula.

Así que nadaron de regreso y, al llegar, Coral contó la historia de su aventura y del mágico arcoíris que había visto. Los demás peces y criaturas marinas se sintieron inspirados por su valentía y su determinación.

Desde ese día, Coral no solo fue conocida como la sirenita curiosa, sino también como la sirenita que demostró que los sueños, aunque parezcan inalcanzables, se pueden convertir en realidad si uno se atreve a perseguirlos. Y cada vez que llovía, Coral y sus amigos salían a la superficie, esperando ver el arcoíris juntos nuevamente, recordando que con amistad y esfuerzo, todo es posible.

FIN.

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