Cosakait y el Amor en el Chaco



Hace muchos años, en lo profundo de las selvas del Chaco, vivía un joven llamado Cosakait. Era un muchacho alegre, con ojos brillantes como estrellas y una sonrisa que iluminaba la selva. Sin embargo, su corazón latía con más fuerza cada vez que veía a la hermosa Juanita, una joven de su aldea, que danzaba con gracia en las festividades.

Un día, mientras Cosakait cosechaba frutas en el monte, encontró un pájaro herido. Su corazón se llenó de compasión y llevó al pequeño animal a su casa.

- “No te preocupes, pequeño, te cuidaré hasta que estés fuerte de nuevo”, le dijo Cosakait mientras lo acariciaba.

Día tras día, Cosakait se ocupaba del pájaro, y con cada visita, aprovechaba para mirar a Juanita, que pasaba cerca, enviando sonrisas que hacían latir fuertemente su corazón. Pero había un problema: los padres de Juanita estaban buscando un pretendiente de un pueblo cercano, y no querían que su hija se relacionara con Cosakait, quien era considerado un soñador.

Un amanecer, Cosakait decidió que debía declararle su amor a Juanita. Se preparó con un ramo de flores silvestres y se aventuró a encontrarla.

- “Juanita”, comenzó Cosakait, nervioso. “He venido a decirte que mi corazón es tuyo. Te he visto bailar y sonreír, y... me haces feliz.”

Pero Juanita, con tristeza en sus ojos, le respondió:

- “Oh, Cosakait, eres muy noble y buen amigo, pero mis padres quieren que me case con alguien más. No puedo romper su voluntad.”

Desalentado, Cosakait volvió a su hogar, sintiendo que su amor era un sueño imposible. Sin embargo, decidió que no todo estaba perdido. Inspirado por su amor por Juanita, se dedicó a crear un lugar especial en la selva, un jardín lleno de flores, donde podrían disfrutar de la belleza de la naturaleza juntos, aunque sólo fuera como amigos.

Los días pasaron, y un día, mientras Cosakait cuidaba de su jardín, vio que el pájaro herido había recuperado su fuerza. Decidido a devolverlo a la libertad, llevó al pájaro hacia el cielo abierto.

- “Ahora eres libre, pequeño. Que tu vuelo sea hermoso”, dijo mientras observaba al pájaro elevarse hacia el cielo.

Sorprendentemente, el pájaro comenzó a volar en círculos sobre la selva. Cosakait sintió que algo especial estaba a punto de suceder.

En ese momento, Juanita, que paseaba por allí, lo vio y se acercó.

- “¿Qué estás haciendo, Cosakait? ”

- “He liberado a un pájaro herido, Juanita. Ahora es libre”, respondió Cosakait sonriendo.

Juanita sonrió mientras observaba al pájaro. Su belleza y valentía conmovieron su corazón.

- “Eres una persona increíble, Cosakait. Tienes un gran corazón. Nadie más haría eso.”

El tiempo pasó, y un día, los padres de Juanita, al ver lo feliz que ella parecía en el jardín de Cosakait, decidieron acercarse a él.

- “Cosakait, hemos visto cómo cuidas de nuestra hija. Nos ha hablado de tu bondad y tu jardín”, dijo el padre de Juanita.

Los padres comenzaron a ver en Cosakait lo que antes no habían visto: su dedicación, su amor por la naturaleza y, sobre todo, su amor por Juanita.

- “Quizás deberíamos reconsiderar nuestra decisión”, agregó la madre, sonriendo.

Confundido pero emocionado, Cosakait se llenó de esperanza. Un día, después de aquél encuentro, Juanita lo encontró en su jardín.

- “Mis padres están de acuerdo en que debamos conocernos mejor, ¿quieres acompañarme a pasear por la selva? ”

Con el corazón rebosante, Cosakait aceptó. Caminaron juntos, conversaron y compartieron risas, forjando una amistad aún más profunda. Con el tiempo, el amor entre ellos floreció como las flores del jardín de Cosakait.

Y así, ambos aprendieron que a veces el amor necesita tiempo, valentía y un poco de ayuda de la naturaleza. Sus corazones, al igual que el pájaro que había recuperado la libertad, volaron juntos hacia un futuro lleno de esperanza y felicidad.

Y así, el amor de Cosakait y Juanita creció, floreciendo con el tiempo, como un hermoso jardín en el corazón de la selva del Chaco, enseñando a todos que los sueños, por más imposibles que parezcan, pueden hacerse realidad si hay amor y perseverancia.

FIN.

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