Cosmic Dreams
Había una vez un hombre llamado Don Pedro, quien desde pequeño soñaba con viajar al espacio y explorar el universo. Pasaba horas mirando las estrellas y leyendo libros sobre astronautas y planetas.
Pero a medida que crecía, la vida le presentaba obstáculos que parecían alejarlo de su sueño. Don Pedro trabajaba en una fábrica de juguetes, donde pasaba sus días ensamblando muñecos y peluches. Aunque disfrutaba de su trabajo, siempre sentía ese anhelo por descubrir lo desconocido.
Un día, mientras estaba en su escritorio ensamblando un oso de peluche, escuchó un ruido extraño proveniente del patio trasero de su casa.
Salió corriendo para ver qué era y se encontró con una nave espacial diminuta estacionada en su jardín. Don Pedro se acercó cautelosamente y vio a un extraterrestre bajando de la nave. Era pequeño y verde, con grandes ojos negros.
El extraterrestre le habló en español argentino:"¡Hola! Mi nombre es Zogu y soy del planeta Zentauri. Hemos estado observándote durante mucho tiempo porque sabemos que tienes un gran deseo de viajar al espacio". Don Pedro quedó atónito ante esta revelación. "¿De verdad? ¡Ese es mi sueño más grande!", exclamó emocionado.
Zogu sonrió amablemente. "Hemos venido a ofrecerte la oportunidad de hacer realidad tu sueño. Tenemos tecnología avanzada para viajar por el universo y queremos llevarte con nosotros". Don Pedro no podía creer lo que estaba escuchando.
Su sueño se estaba haciendo realidad en ese mismo momento. Sin embargo, antes de aceptar la oferta, Don Pedro pensó en su familia y amigos. No quería dejarlos atrás ni hacerlos sentir tristes.
"Zogu, esto es increíble, pero tengo que pensar en las personas que amo. ¿Puedo llevar a alguien conmigo?". Zogu asintió con comprensión. "Por supuesto, Don Pedro. Puedes llevar a una persona contigo en esta aventura". Don Pedro sabía exactamente a quién elegir: su sobrino Juanito.
Era un niño inteligente y curioso al que le encantaba el espacio tanto como a él. Corrió hacia la casa de Juanito y le contó todo sobre la nave espacial y la oportunidad de viajar al universo juntos.
Juanito no podía creerlo, ¡era el mejor regalo que podría recibir! Así fue como Don Pedro y Juanito se embarcaron en esta emocionante aventura intergaláctica junto con Zogu y los demás extraterrestres del planeta Zentauri.
Viajaron por estrellas brillantes, visitaron planetas desconocidos e hicieron nuevos amigos alienígenas. Cada día era una nueva experiencia llena de maravillas cósmicas.
Después de muchos meses explorando el universo, Don Pedro y Juanito decidieron regresar a la Tierra para compartir todas sus experiencias con sus seres queridos. Cuando llegaron a casa, todos estaban esperándolos ansiosos. Los vecinos habían organizado una fiesta sorpresa para darles la bienvenida. Don Pedro tomó el micrófono y compartió todas las maravillas que habían presenciado en su viaje.
Habló del infinito universo, de estrellas lejanas y de la importancia de perseguir los sueños sin rendirse nunca. A partir de ese día, Don Pedro se convirtió en un ejemplo para todos los niños y adultos del pueblo.
Demostró que con perseverancia y determinación, cualquier sueño puede hacerse realidad. Y así, el sueño de Don Pedro de viajar a explorar el universo se hizo realidad.
Y aunque no lo logró solo, encontró en su sobrino Juanito el compañero perfecto para esta increíble aventura espacial.
FIN.