Croak y la Lealtad Sincera



Había una vez en un bosque encantado, un sapito llamado Croak que vivía junto a sus amigos: el conejo Saltarín, la mariposa Coloreada y el pájaro Trinar.

Croak era conocido por su peculiar habilidad de imitar los sonidos de otros animales. Un día, mientras jugaban en el claro del bosque, Croak decidió sorprender a sus amigos con algo especial. "¡Hola amigos! ¿Están listos para escuchar mi nueva imitación?" -anunció emocionado Croak.

"¡Sí, sí!" -respondieron todos al unísono. Croak se preparó y, con todas sus fuerzas, pronunció: "pio cocoroco gua miau".

Para sorpresa de todos, no solo logró imitar el canto del gallo, el ladrido del perro y el maullido del gato; ¡también pudo hacer que los sonidos se fusionaran en una melodía armoniosa!"¡Increíble, Croak! ¡Eso fue asombroso!" -exclamaron sus amigos admirados. Desde ese día, Croak practicaba cada vez más sus imitaciones hasta perfeccionarlas por completo.

Su fama como "El Sapo Polifacético" se extendió por todo el bosque y más allá. Los animales de otras regiones venían especialmente para escuchar su talento único.

Un día llegó al bosque un zorro astuto llamado Zorrín que buscaba aprovecharse de la fama de Croak para su propio beneficio. Con palabras dulces y halagos falsos intentaba convencer al sapito de formar una sociedad donde él sería el representante comercial. "Croak querido amigo, juntos podríamos llevar tu talento a lugares que ni siquiera imaginas.

Serías reconocido en todo el mundo animal y ganaríamos muchas monedas a cambio. " -dijo Zorrín con una sonrisa falsa.

Croak sintió cierta emoción ante la idea de viajar y conocer nuevos lugares; sin embargo, algo en lo más profundo de su corazón le decía que no podía confiar plenamente en Zorrín. "Lo siento Zorrín, pero creo que prefiero quedarme aquí con mis amigos en nuestro querido bosque. " -respondió firmemente Croak.

Zorrín no aceptó la negativa de buen grado y decidió tramar un plan malicioso para deshacerse de Croak y así quedarse con toda la fama para él solo. Una noche oscura cuando todos dormían profundamente, Zorrín liberó a unos lobos hambrientos cerca del claro donde vivían nuestros amigos.

Los lobos avanzaban sigilosamente hacia ellos cuando repentinamente escucharon las poderosas imitaciones de Croak resonando por todo el lugar. Los sonidos confundieron a los lobos haciéndolos retroceder asustados mientras los demás animales despertaban alarmados por el peligro inminente.

Gracias al ingenio y valentía de Croack pudieron ahuyentar a los lobos salvajes evitando así cualquier daño sobre ellos o algún otro habitante del bosque.

Desde ese momento entendieron lo importante que es valorar la verdadera amistad basada en la lealtad y sinceridad mutua. Y así continuaron viviendo aventuras juntos en armonía bajo la protección siempre vigilante del sapito polifacético: ¡Croack pio cocoroco gua miau!

FIN.

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