Cuando sea grande


Había una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Martina que soñaba con ser veterinaria cuando creciera. Desde pequeña, Martina mostraba un amor y cuidado especial por los animales, siempre rescatando pajaritos heridos o cuidando a los gatitos callejeros.

Un día, Martina se encontró con un perrito abandonado en el parque y decidió llevarlo a casa. Lo cuidó, le dio de comer y lo llevó al veterinario.

La experiencia de ayudar al perrito enfermo hizo que su deseo de convertirse en veterinaria se fortaleciera aún más. "Cuando sea grande, voy a ayudar a muchos animalitos como este perrito", le dijo Martina a su mamá. Con esfuerzo y dedicación, Martina siguió estudiando y aprendiendo sobre los animales.

Pasaron los años y finalmente se convirtió en una brillante veterinaria. Abrió su propia clínica y se dedicó a cuidar y curar a todo tipo de mascotas.

Martina se sentía orgullosa de haber cumplido su sueño y ayudar a los animales que tanto quería. Su historia inspiró a muchos niños del pueblo a seguir sus propios sueños, sin importar lo difícil que parezcan. Algunos querían ser médicos, músicos, bomberos o maestros, y Martina les enseñó que con esfuerzo y perseverancia, todo es posible.

Martina les repetía a todos: "Nunca dejen de perseguir sus sueños, por más grandes o imposibles que parezcan.

Si yo pude cumplir mi sueño de ser veterinaria, ustedes también pueden lograr lo que se propongan, ¡solo crean en ustedes mismos!"

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